SISTEMAS IMPORTANTES AGRÍCOLAS MUNDIALES (SIPAM) FAO
Existen sistemas agrícolas en el mundo protagonizados, durante siglos e incluso milenios, por agricultores muy adaptados a las características del territorio, que han gestionado y acuñado con técnicas ingeniosas una forma, heredada de sus padres y ancestros, de producir alimentos. Un legado que fortalece el conocimiento de la agricultura, incorporando costumbres, lecciones aprendidas y sabiduría local. Las plagas, sequias, inundaciones, incendios, volcanes, terremotos, catástrofes, enfrentamientos, guerras, hambrunas, pandemias, y calamidades públicas han tenido lugar y acaecido a lo largo de los 12.000 últimos años desde los tiempos en que nació la agricultura.
Las circunstancias que vivimos hoy en Europa con la invasión y guerra de Ucrania, la escalada de los precios de energía, que no sabemos hasta dónde puede llegar, aunque si sabemos que hoy se cotiza a más de 115 euros el barril BRENT de petróleo, con enorme impacto en la economía, los aspectos sociales y ambientales, y para mayor abundamiento con los coletazos todavía vivos del COVID 19 nos obligan a reaccionar con rapidez y serenidad.
TECNOLOGIA AGROVOLTAICA EN LOS SISTEMAS ALIMENTARIOS
La necesidad básica de superficie y uso del suelo para las energías renovables como la eólica y la fotovoltaica coincide con la que requiere la agricultura y la ganadería. Es obvio, que en ambos aspectos son imprescindibles tanto el suelo como la energía solar para su desarrollo. Durante las últimas décadas hemos observado, con frecuencia, que en suelo agrícola de secano se han establecido polígonos de energía fotovoltaica con cambio de uso y renuncia a la producción agraria.
¿Cuándo y Cómo pueden hacerlo? Una de las respuestas, con tecnología contrastada, es el aprovechamiento de los residuos ganaderos como contribución al ahorro de energía y la mitigación del cambio climático. Estamos viviendo una desbocada crisis de los precios de la energía. La volatilidad de los precios de la energía tiene caracteres espectaculares y me atrevería a decir que alarmantes probablemente influidos también por la pandemia del COVID 19.