Sin embargo, desde el punto de vista experto, se cuestiona si la aprobada Reforma servirá en verdad a los objetivos que se plantea o si, por el contrario, se revelará como una norma insuficiente, incompleta y superficial, que acabe por generar un resultado muy distinto al pretendido.
El principal objetivo del nuevo texto legal parece ser hacer frente al abuso en los contratos temporales y luchar contra la precariedad laboral. Para ello, este cuerpo legal, mal catalogado de Reforma, ha establecido la contratación indefinida como regla general casi absoluta, con la excepción de permitir la contratación temporal en caso de contratos por sustitución o cuando la temporalidad se deba a circunstancias de la producción. Con esta medida, lo que el gobierno pretende es reducir la precariedad laboral, obtener una mayor estabilidad laboral, y de este modo reducir el desempleo y fomentar su creación.
Dicho esto, teniendo en cuenta todos los aspectos legales que engloban la Reforma, considero que sin perjuicio de que esta obedezca a unos objetivos razonables, lo cierto es que su aprobación puede resultar contraproducente y causar el efecto contrario. Por otro lado, la falta de flexibilidad en cuanto a las modalidades contractuales puede desincentivar al empresario a la hora de contratar, lo que afectará negativamente al objetivo de la creación de empleo. Toda relación contractual duradera, cualquiera que sea su naturaleza, requiere poder adaptarse a las circunstancias y necesidades de todas las partes contratantes.
Además, la simplificación de los contratos no haría otra cosa más que fomentar la aparición de los vacíos legales, que generan inseguridad, tanto para empresarios como para trabajadores. Esto, sumado al incremento de los costes asociados a los contratos indefinidos, puede fomentar un incremento en la contratación ilegal.
A modo de conclusión, opino que lo que se anunciaba como una Reforma ha resultado ser una modificación más bien superficial de algunas cuestiones que no servirá a los objetivos de estabilizar el mercado laboral y de creación de empleo. Con ello, dichas modificaciones posiblemente traerán consigo una inseguridad jurídica que puede hacer peligrar la creación de empleo y la calidad de los contratos