Los productos energéticos redujeron su tasa de inflación hasta el 33% por esta caída de la electricidad, compensando el encarecimiento del gas y los combustibles. El incremento de la subyacente se ha concentrado en los bienes, y, en menor medida, en los alimentos elaborados.
* El descenso registrado en enero se debe a un efecto escalón a la baja en la electricidad
* La tasa media anual se situaría en el 4,6%, frente al 3,7% de la anterior previsión
* La tasa subyacente subió el mes pasado tres décimas, hasta el 2,4%
Las previsiones para el resto del año se han revisado al alza. En el escenario central actual se parte de la hipótesis del mantenimiento del precio del petróleo en el nivel más reciente hasta finales de marzo y un descenso progresivo en los meses posteriores hasta 80 dólares. También se supone que el precio de la electricidad se mantiene estable hasta abril y luego cae en línea con lo esperado en los mercados de futuros. Bajo estas hipótesis, la tasa de inflación subirá de nuevo en febrero hasta el 7,1%, y de media anual se situará en el 4,6% (frente a un 3,7% en la previsión anterior). La interanual se situaría en diciembre en el 1,2%. La tasa media anual subyacente será del 2,3% frente al 2,1% de la previsión anterior.