Ahora, el crudo rebota más de un 8%, con el barril de referencia en Europa superando los 106 dólares, mientras que el WTI, el principal en Estados Unidos, está por encima de los 102 dólares.
Y todo porque la Agencia Internacional de la Energía (AIE) se mostró más negativa que la OPEP en cuanto al equilibrio entre la demanda y los suministros, dado que alertó que existe un riesgo de que se produzca "la mayor crisis de oferta (de petróleo) en décadas". En su informe mensual sobre el mercado del petróleo, la AIE revisó fuertemente a la baja sus previsiones de la demanda global para este año como efecto de la escalada de precios del barril a causa de la invasión rusa de Ucrania, que va a reducir el crecimiento económico. En concreto, recortó en 1,3 millones de barriles diarios las proyecciones de consumo entre el segundo y el cuarto trimestre que había hecho hace solo un mes, y eso significa 950.000 barriles diarios menos de media en el conjunto de 2022.
Sin embargo, la OPEP expuso, en su último informe mensual sobre el mercado del petróleo publicado este martes, el temor que existe en el cártel a una posible reducción de la demanda a causa del conflicto en Ucrania. Sin embargo, no ha cambiado sus previsiones al respecto de cara a 2022. La OPEP estimó que, para este año, la demanda de petróleo aumentará en 4,2 millones de barriles diarios, por lo que se situará en los 100,90 millones de barriles diarios. Sin embargo, estas cifras están sujetas a cambios y se ajustarán cuando haya más claridad sobre el impacto de la agitación geopolítica, según el informe.