Se trata de la mayor inversión conocida de un inversor extranjero en este tipo de activos en el país. Para gestionar las inversiones y los activos, el fondo soberano se ha aliado con la empresa española Azora, que además invertirá como socio minoritario. Azora comunicó ayer la creación del vehículo, que operará con la marca llamada Brisa, tal como había avanzado Expansión, aunque la firma controlada por Concha Osácar y Fernando Gumuzio no desveló el nombre del inversor. Fuentes del sector revelan que ese megainversor es GIC (Government of Singapore Investment Corporation).
Este desembarco en España en vivienda en alquiler es uno más pese a las advertencias del sector porque la Ley de Vivienda del Gobierno podría expulsar a los inversores internacionales.
De la inversión de 1.500 millones de GIC, más del 50% será de deuda. La intención del fondo es construir esa cartera de viviendas en Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga, Palma de Mallorca y Valencia, entro otras ciudades con gran demanda de alquiler. “El mercado residencial en alquiler español es uno de los que presenta mayor oportunidad de crecimiento en Europa, sustentado por un déficit estructural de vivienda en alquiler estimado en 2,5 millones de unidades”, según el comunicado de Azora. Esta empresa española es pionera en la gestión en alquiler, por ejemplo con Lazora, vehículo actualmente controlado por CBRE IM.
GIC es el cuarto mayor fondo soberano del mundo –tras el de Noruega, China Investment Corporation y el de Abu Dabi–, con una cartera de activos valorada en alrededor de 665.000 millones. En el inmobiliario español cuenta con participaciones en las socimis P3 Logistics Parks y GMP (familia Montoro Alemán). Además, recientemente invirtió en la multinacional farmacéutica catalana Grifols a través de una filial en Estados Unidos.