De esta forma, la confianza de inversores y ahorradores se ha situado en 2,3, el mismo nivel que a principios del año pasado, tras el anuncio del descubrimiento de las vacunas contra la Covid-19, aunque por debajo de los dos trimestres anteriores, cuando esta se situó en el 4,02 y en el 3,73. «En el último trimestre del año podemos observar cierta moderación en la confianza de los inversores y ahorradores españoles, posiblemente motivada por factores como el aumento de la inflación y la irrupción de la variante ómicron. Aun así, un índice superior a 2,0 se ha visto pocas veces en la serie histórica de este estudio. Seguimos por lo tanto en un escenario de optimismo y confianza en la evolución de los mercados a medio plazo», ha destacado el ejecutivo de ventas de la firma, Francisco Márquez de Prado.
De cara a la evolución de los mercados en los próximos seis meses, el 35% de los encuestados cree que la Bolsa se mantendrá en los niveles actuales y el 40,2% que subirá, unos porcentajes que se sitúan entre los más altos de toda la serie histórica. El 24,4% tiene una visión más pesimista, lo que supone un avance significativo respecto al 16,9% registrado el trimestre anterior. Entre sus motivos, destacan una visión más negativa de la situación económica y la influencia de la crisis de la Covid-19.
El aumento del precio de la energía y de los bienes y servicios en general ha irrumpido entre esas causas y se sitúa como la tercera más señalada entre los pesimistas. El mercado europeo es el que mayores expectativas de rentabilidad despierta entre los inversores y ahorradores españoles, mientras que la confianza respecto al estadounidense, el asiático y el español se sitúa en niveles similares a los del trimestre anterior. Los emergentes y el japonés, por su parte, son los que menos optimismo despiertan.