● Códigos QR: el último año las medidas de seguridad impuestas ante la Covid-19 han hecho que los códigos QR ganen fuerza y popularidad entre un amplio abanico de sectores. Uno de los sectores que adoptó rápido este método fue la restauración que, de forma generalizada, digitalizó sus cartas y menús. Pero no es el único uso de los códigos QR que se ha extendido , debido a la necesidad de realizar transacciones sin contacto actualmente también se utilizan códigos QR para procesar pagos o completar una transacción financiera.
● Pagos MoTo y Pay by link: tras el fin del confinamiento, los negocios pusieron el foco en minimizar el riesgo de contagio. Según PaynoPain, el principal desafío ha sido dotar de herramientas para acercar sus productos a aquellos que no estaban digitalizados. En relación a esto, el uso de enlaces de pago enviados a través de correo electrónico, SMS o Whatsapp (pagos MoTo y pay by link), experimentó una subida del 150% durante el 2020 con respecto al año anterior, sobre todo en comercios locales, ya que permitían prescindir del efectivo y pasar por la tienda sólo a recoger el pedido, reduciendo el tiempo de presencia en el establecimiento, según indican desde la compañía.
● Peer-to-peer: el porcentaje de implementación de los pagos instantáneos entre personas (peer-to-peer en inglés) alcanza el 88 % de los bancos españoles, según una encuesta del Banco de España. Esto se debe, principalmente, a que muchas entidades participan en la solución de pagos de la banca española, Bizum, que cerró 2020 con 13,6 millones de usuarios (más del doble de los que tenía a finales del ejercicio anterior), con un ritmo de crecimiento de 20.100 altas diarias, según informaron desde la misma compañía.
● Biometría: de cara al futuro inmediato parece inminente la incorporación de métodos relacionados con la biometría, como la huella dactilar, el reconocimiento facial, el escáner de retina o el reconocimiento de voz. La reciente aplicación de la Directiva Europea de Servicios de Pago o PSD2, que obliga a los comercios a aplicar una autenticación reforzada del cliente (SCA) en los pagos electrónicos, es un disparador claro de esta nueva tecnología.