El ejecutivo respalda la generación de un caldo de cultivo en el que se promuevan múltiples líderes locales al entender que sólo desde la cercanía, el ejemplo y el contacto diario hay motivación. También considera que es la forma de dotar de agilidad a una organización y de responder de la mejor manera a los requerimientos de los clientes. Esto exige de delegación de responsabilidades, por lo que cualquier reconocimiento a su trayectoria lo traslada a los compañeros que asumieron el reto de la gran operación de consolidación del año en el sector bancario.
El marco común para que este tipo de liderazgos funcionen son una fuerte cultura basada en valores, que son los que inspiran la estrategia. Esta última debe ser clara, abierta al cambio y en cuya implementación estén permanentemente enfocados en lo fundamental, que debe ser siempre el cliente. A su vez, el ambiente considera que debe ser de alta exigencia, pero basada en el respeto a las personas y la meritocracia. "Ningún proyecto tiene futuro si no tiene un equipo comprometido", ha remarcado.