Lo más llamativo de la subasta de este jueves ha sido que España ha dejado de cobrar por los bonos a cinco años, por primera vez desde el primer semestre de 2020, coincidiendo con los momentos más duros de la pandemia que llevó al Tesoro a registrar rendimientos positivos incluso en las letras. En deuda con vencimiento en 2027 se han adjudicado 2.157 millones al 0,093%, frente al -0,107% de la puja anterior. La demanda ha alcanzado los 3.500 millones.
En obligaciones con una vida residual de ocho años y tres meses, el Tesoro ha vendido 1.386 millones al 0,436%, superior al 0,188% previo. La lista se completa con 1.177 millones en obligaciones a 20 años y vida resifual de 18 años y nueve meses. La rentabilidad exigida se ha situado en el 1,218%, frente al 1,152% anterior.