
2.000 refugiados
27 de agosto de 2021 GobiernoEn ocho días, 17 policías ―reforzados después con tres miembros más del Grupo Especial de Operaciones (GEO)―, 110 soldados entre Kabul y la escala intermedia de Dubái (reforzados con un equipo de boinas verdes) y dos diplomáticos (también con un pequeño refuerzo posterior) han logrado sacar del país a casi 2.000 refugiados afganos, que han ido llegando en sucesivos vuelos a Torrejón.
Ni el embajador ―en funciones desde el pasado 4 de agosto que se nombró a su sustituto―, ni la segunda jefa de la legación española en Kabul, ni los agentes de los GEO y de las Unidades de Intervención Policial (UIP) destinados en la embajada, a quienes pilló el avance talibán, han querido irse hasta el final. Hasta no completar una misión imposible, porque son muchísimas las personas que no han podido salir queriendo hacerlo, pese a los 110 soldados que fueron enviados para colaborar en la evacuación.
Han sido jornadas interminables, como lo eran los listados de personas con las que trataban de contactar y que crecían por días. Citas en puntos presuntamente seguros, traslados tumultuosos por puertas habilitadas de entrada al aeropuerto, identificaciones doblemente comprobadas para no introducir a ninguna “manzana podrida” (posibles miembros de los talibanes) en ningún avión, todo deprisa, todo tratando de hacer coincidir puntos de encuentro y horarios con la salida de los vuelos en medio del caos. Todo a una carta, a una sola oportunidad.