La previsión para el presente ejercicio representa un recorte de casi tres puntos frente al anterior cuadro macroeconómico, presentado en septiembre del pasado año, y que estimaba un crecimiento del PIB para 2022 del 7%. Calviño ha destacado que estas previsiones tienen lugar en un contexto de "intensa incertidumbre" debido al impacto de la guerra en Ucrania y la escalada de precios y están "marcadas por el principio de máxima prudencia". "Las previsiones del Gobierno se alinean con los más prudentes de los organismos internacionales. Nos situamos por debajo de las del Banco de España y el Fondo Monetario Internacional (FMI)". No obstante, la ministra ha señalado que España se mantiene en la "senda de fuerte y sostenida recuperación económica".
En cuanto a la inflación, Calviño confía en que "habrá una fuerte desaceleración en la segunda mitad del año". "El acuerdo con la Comisión Europea para empezar la senda descendente de los precios mayoristas de la electricidad tendrá un papel muy importante", "hemos dejado atrás el pico de la inflación", ha dicho.
Los técnicos del área económica del Ejecutivo se movían en entornos del 5%, pero el dato de PIB publicado este mismo viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) -que el Ministerio conocía previamente-, que refleja un estancamiento del crecimiento en el primer trimestre (0,3%), ha situado la cifra final en el 4,3%, lejos del 7% que hasta ahora sostenía el Gobierno en sus previsiones oficiales elaboradas en septiembre de 2021.
El dato más llamativo del cuadro macroeconómico presentado es su previsión de crecimiento en el 3,5%, para 2024 que es elevada tres décimas respecto al anterior dato, hasta el 2,4%, y para 2025 dibuja un alza del PIB del 1,8%. Una senda de recuperación que se basa, en gran medida, en el fuerte avance previsto para la inversión, especialmente en bienes de equipo y propiedad intelectual. Por su parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha actualizado las previsiones de déficit, que se mantendrá en el 5% para 2022, y espera que se quede por debajo del 3% de cara a 2025.