La última emisión sindicada a 30 años se celebró en febrero de 2018 cuando se colocaron 6.000 millones. La demanda alcanzó niveles récord para esta referencia y se situó en los 26.221 millones. El apetito de los inversores por el papel español permitió rebajar el precio desde los 109 puntos básicos sobre midswap iniciales a los 105 puntos básicos. Los títulos cuentan un cupón del 2,70% y una rentabilidad del 2,726% –en el mercado secundario la deuda a 30 años cotiza al 2,63%–la más baja de la historia para emisión de este tipo.
En febrero del año pasado, momento en el que las rentabilidades de la deuda rozaban mínimos históricos, España se lanzó a vender deuda a 50 años, la primera emisión de este tipo desde 2016. El Tesoro adjudicó 5.000 millones. Los bonos devengan un cupón del 1,45% y una rentabilidad de 1,458%. Las órdenes de compra superaron los 65.000 millones, una cantidad muy por encima de los 10.436 millones registrados en octubre de 2016.