Lagarde anunció ayer que a inflación empeorará de forma sustancial desde el nivel actual (5,1% en febrero). La estrategia del BCE se complica y ahora encara su estrategia de retirar los estímulos ultralaxos y una subida de tipos muy gradual en un nuevo contexto de recesión a causa de una guerra, que se suma a la ya complicada gestión tras la pandemia. Este recorrido lo inició ya el mes pasado, cuando escaló con fuerza y cerró febrero en el -0,335%, su tasa mensual más alta desde julio de 2020. En enero terminó sobre el -0,477%. El indicador se aleja poco a poco de los mínimos históricos que marcó en enero de 2021, cuando se situó en el -0,505%.
Las palabras de Lagarde y las expectativas de mercado son, sobre todo, los elementos que están empujando al alza al Euríbor, que ya descuentan la posibilidad de subir los tipos de interés este mismo año con el objetivo de controlar la inflación, que en estos momentos se encuentra totalmente disparada.