El panorama, sin embargo, es distinto ahora. La guerra continúa, pero los operadores se van adaptando a la situación y, además, algunos relativizan el impacto de esas sanciones de EEUU y Reino Unido. Mientras tanto, China cobra protagonista por el aumento de casos de Covid, y empieza a preocupar que la demanda de crudo se resienta si la economía del gigante asiático.
"Parece que el viejo adagio de que la mejor cura para los precios altos, son los precios altos, es más fuerte que nunca. La procesión de analistas que anunciaban un petróleo a 200 dólares la semana pasada fue también un indicador inverso de un máximo a medio plazo", señala Jeffrey Halley, analista de Oanda, en su informe diario.
Halley avisa de que "es probable que se produzca una nueva oleada de ventas (en el Brent) tras perder los 100 dólares, lo que podría ampliar las pérdidas hasta los 96 dólares". En cuanto al WTI, indica que tiene un soporte en los 96 dólares y luego en los 92 dólares el barril.