Morgan Stanley es el encargado de ejecutar este plan de compensación a accionistas de la entidad por un valor total de 841 millones de euros, que es el importe máximo al que le ha autoriza el Banco Central Europeo (BCE) y que se puso en marcha el pasado 6 de octubre, en paralelo a la distribución de un dividendo en efectivo por 855 millones de euros.
El banco ha acudido al mercado día tras día y se ha ido haciendo con diferentes paquetes de títulos hasta alcanzar más de la mitad de su objetivo en cuatro semanas. Santander decidió llevar a cabo este programa siempre y cuando el precio medio máximo al que adquiera las acciones no exceda de los 3,98 euros, pues este nivel corresponde con los recursos propios tangibles por acción. Durante las últimas sesiones ha tanteado los 3,3 euros, por lo que tendría que revalorizarse algo más de un 17% para suspender el proceso. Desde que dio el pistoletazo de salida al plan su valor solamente ha mejorado un 1,59%, de modo que resulta poco probable que alcance el precio al que no está dispuesto continuar sin antes completarlo.