Glovo parece haber acelerado su plan de salir a Bolsa (habían dicho que lo harían en dos o tres años) tras impulsar sus cuentas por la pandemia y recortar en un 80% sus pérdidas. La empresa cerró su ejercicio de 2020 con una facturación global de 360 millones de euros (frente a los 128 millones de 2019) y unas pérdidas de 51,4 millones, lejos de los 238,5 millones de un año antes. Las cuentas reflejan la venta de su negocio latinoamericano en septiembre de 2020 por 230 millones. Los directivos de la compañía sostienen que Glovo ha mejorado mucho sus márgenes operativos y que ya ha sido rentable operacionalmente en la mayor parte de sus mercados, generando un margen operativo global positivo desde mediados de 2020.
Accionistas
La compañía tiene como primer accionista a uno de sus principales competidores, la empresa alemana Delivery Hero, que controla el 47% del capital (según las cuentas del Registro Mercantil) tras la última ronda de financiación, la mayor de una startup española, en la que también entraron los fondos estadounidenses Luxor Capital (accionista significativo de Delivery Hero) y Lugard Road Capital.
El resto del accionariado está atomizado entre una pléyade de inversores que han participado en sus sucesivas rondas de financiación. Entre ellos los dos fondos citados, GP Bullhound, Drake Enterprise (propietario de la cadena de pizzerías Papa John’s), Korelya, Pernod Ricard y Mubadala, el fondo soberano de Abu Dabi.