A pesar de ello, muchas pequeñas empresas no cuentan con una (un 52% de los negocios). Y es que contar con una página web es indispensable.
Pero ¿por qué es importante? Para los consumidores, una página web es una herramienta perfecta que les permite consultar la información disponible de cada negocio de una forma rápida y sencilla. Asimismo, facilita planificar la compra antes de ir al establecimiento, asegurarse de que el negocio cuenta con los productos o servicios que buscan, saber el horario y, en definitiva, creer más en el negocio que van a visitar. Y es que, una buena experiencia del cliente será la clave del éxito del negocio.
Para el dueño del negocio, puede servir como plataforma para captar nuevos clientes y como una herramienta para darle credibilidad a su empresa.
Sin embargo, ¿por qué muchas pequeñas empresas y autónomos no han dado todavía el salto online? El miedo a no tener conocimientos técnicos suficientes y la falta de tiempo son dos de los obstáculos principales que encuentran los emprendedores a la hora de hacer realidad su idea en el mundo digital. La buena noticia es que existen en el mercado herramientas que permiten con muy poco presupuesto y en menos de una hora crear una página web para comenzar a triunfar en Internet.
Tres claves para dar un salto digital de éxito
En primer lugar, es necesario elegir un buen dominio, pues se trata de la puerta de entrada a una página web. Lo importante es buscar un nombre que defina la empresa y añadir palabras clave en caso de que no esté disponible. Asimismo, es necesario que sea sencillo de escribir y de memorizar para que los clientes. Para ello, hay que evitar palabras complicadas, guiones o números que dificulten su recuerdo.
En segundo lugar, los emprendedores y dueños de las pequeñas empresas no deben crear su página web y olvidarse. Ésta debe evolucionar de la mano de la tecnología y de las necesidades de los negocios. Por ello, es importante dedicar un tiempo razonable a crear una primera página web para que los consumidores actuales y futuros conozcan el negocio, teniendo en cuenta lo que demandan los clientes, e ir mejorándola y desarrollándola continuamente. En este sentido, cabe recordar que la peor página web es la que nunca se llega a lanzar por estar buscando la solución perfecta.
En tercer y último lugar, la página web no es solo el logo de la empresa y un teléfono de contacto. Es un lugar donde encontrar contenidos de calidad que den confianza a los consumidores que visitan ese perfil para buscar información sobre sus productos o servicios.
En este sentido, es muy importante que los dueños del negocio pongan todos sus esfuerzos en construir una imagen de marca mediante textos y fotografías de calidad. Un buen trabajo en este aspecto influye directamente en la primera impresión que se llevan los consumidores… y ya sabemos lo importante que es.
En definitiva, las pequeñas empresas deben definir con claridad qué tipo de página web necesitan para cumplir con las expectativas de sus clientes para que éstos percibirán la solidez y la confianza, y pasen de ser clientes potenciales para convertirse en clientes fieles y recurrentes.