Pero, si en una cosa es experto el ocupante de La Moncloa es en posar muy repeinadito, con su nueva línea de sastrería en tonos azules que según le han dicho sus asesores le favorece mas que el gris y , eso si sin que nadie le pregunte para no descomponer la figura y poder lucir perfil favorable.
Pero ya me dirán ustedes, si todo lo que tenia que anunciar es que vamos a tener que usar la mascarilla a todas horas lo podía haber hecho en cualquier momento. Es mas, con pasar una nota a los presidentes, que en definitiva son los que están luchando contra la pandemia, para que cada CC AA lo aplicase estaba el lio resuelto,
Y es que, la Conferencia de Presidentes como casi todo o que ha hecho hasta ahora ha sido pura improvisación. Sánchez en la corta todavía engaña a algunos, pero en cuanto se trata de trascender el mensaje uno se da cuenta de que no hay nada detrás. Hace unos dias, tras los datos del finde semana Sanidad se puso muy nerviosa. Su estrategia de vacunas, vacunas, mascarilla y prevención estaba saltando por los aires
Pero eso a Sánchez le da lo mismo. Desde el revolcón social ante sus soflamas del confinamiento y de los mensajes de triunfo sobre el virus, no quiere ni oír hablar de responsabilizarse de ninguna decisión que tenga que ver con infectado y/o muertos por el virus. Todo lo que diga o haga el Gobierno será con.sensuado con las comunidades para así repartir responsabilidades.
Esa es y será su estrategia hasta que la pandemia termine. Su imagen de vencedor es lo unco que importa