Y es que si uno tiene la paciencia de revisar sus entrevistas e intervenciones podrá darse cuenta de que los males que nos inquietan a lo ciudadanos: los precios, la inflación, la pandemia, todos son culpa de alguien, pero nunca del Gobierno o de los socialistas. Además, si estos últimos han cometido alguna felonía, que por cierto vaya las que han hecho, estas se silencian. De modo y manera que la corrupción e un problema del PP que en su opinión es un partido corrupto. Pero no quieren recordar que el primer gran escándalo de corrupción de la política con dineros por medio fue el caso Roldan, un ilustre socialista, director de la Guardia Civil que por cierto falleció hace unas semanas sin que nadie sepa donde están los millones que sustrajo.
Peri lo de echar balones fuera no acaba con la corrupción. Según Sánchez, uno de los principales problemas de sus contrincantes electorales es el posible pacto con la ultraderecha, ese dragón come niños que se han inventado. Pero que sepamos los que de verdad han sido ultras y además asesinos son los hombres de Bildu, y esos están alineados con Sánchez para mantener a este en La Moncloa. De momento la relaciones entre Vox y el PP se limitan a la comunidad de CyL y por ejemplo que se sepa no quieren la anexión de ningún territorio o la excarcelación de nadie, entre otra cosa porque entre sus afiliados o simpatizantes no hay asesinos condenados y en prisión.
Y de los impuestos, pues Sánchez no habrá hablado con sus ministros del tema estas vacaciones, pero resulta que a los funcionarios de Bruselas les paree una buena idea que deberíamos de poner en práctica. Así que usted me dirá