Dado que es probable que persistan las limitaciones de la oferta, el desafío para los responsables de la formulación de políticas es apoyar la recuperación sin permitir que la alta inflación se arraigue. Cuando los países pidieron a las personas que se quedaran en casa para controlar el COVID-19, los consumidores redujeron el gasto en servicios y compraron más productos manufacturados en su lugar.
En su último libro, The Future of Money: How the Digital Revolution Is Transforming Currencies and Finance, el profesor de la Universidad de Cornell Eswar S. Prasad describe cómo las monedas digitales y otras tecnologías financieras están remodelando todo, desde la banca de consumo hasta la política monetaria y los pagos internacionales.
Los economistas que debaten la inflación en Estados Unidos se enfrentan a un desafío difícil: eliminar los cambios volátiles de los precios para medir las presiones subyacentes. La medida más común de la inflación subyacente o "subyacente", que excluye los precios volátiles de los alimentos y la energía, ha sido difícil de leer durante la pandemia.
No es fácil determinar el impacto económico que un conflicto militar entre Rusia y Ucrania tendría para España, pero desde luego positivo no va a ser, ya que un efecto inmediato del mismo supondría un fuerte aumento en el precio de los carburantes, siendo España un país especialmente dependiente de terceros.