Se trata de un hecho sin precedentes que convierte al texto aprobado en 2023 en el más longevo hasta la fecha. Superaría, de hecho, a los últimos presupuestos diseñados para el ejercicio 2018 por el exministro de Hacienda, Montoro, que estuvieron vigentes hasta finales de 2020, en plena pandemia de Covid.
Según todo el mundo sabe, la Constitución española estipula que el Ejecutivo debe presentar el proyecto de cuentas públicas a la Cámara Baja tres meses antes de que dejen de estar vigentes los del año anterior como muy tarde, esto es, el 30 de septiembre. Sin embargo, el Gobierno tiene aún pendientes pasos esenciales para poder llegar a ese punto. Todavía no ha llevado al Consejo de Ministros la nueva senda de estabilidad para el periodo de 2026 a 2028; senda que establece los objetivos vinculantes de déficit público, deuda pública y regla de gasto a los que deben ceñirse el conjunto de las Administraciones.
Dichos objetivos deben pasar previamente por el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) que, hasta la fecha, tampoco ha sido convocado y, sumados al límite de gasto no financiero o techo de gasto -que se informa tanto al Congreso como al Senado, pero que no se vota-, conllevan un trámite imprescindible para poder contar con unos presupuestos en tiempo y forma.
Desde Hacienda aseguran que el Gobierno trabaja contrarreloj y negocia con los grupos parlamentarios para poder llevar al Congreso esa senda de estabilidad «pronto». La propia vicepresidenta Montero, aseguró que su departamento está «ajustando los últimos números».
Mientras ese momento llega en Economía no hacen mas que repetir que crecemos muy por encima de la media de la Eurozona, que la buena marcha del empleo gracias al impulso de los flujos migratorios -las afiliaciones a la Seguridad Social se mantuvieron en niveles máximos, con 21,6 millones de afiliados en agosto- y el avance del consumo y de la demanda de crédito por los menores costes de financiación han permitido que la actividad mantuviera el pulso pese a la falta de un proyecto de cuentas públicas.
Sin embargo, esto no esconde el problema que conlleva la ausencia de unos presupuestos, que además el gobierno ni tan siquiera ha intentado sacarlos adelante los dos últimos años por la ausencia de apoyos suficientes entre los socios de investidura y la complicada aritmética parlamentaria.
Y ello a pesar de que el ministro Cuerpo resta importancia a los plazos de los Presupuestos de 2026.»Lo importante – defiende el extremeño- no es un día arriba o un día abajo, sino que se presente e intentar hacerlo con todas las garantías posibles para que consigamos una mayoría que lo apruebe», por ello presume de que han sido capaces aun sin presupuesto » de llevar a cabo todas las reformas y las inversiones necesarias».
Lo nunca visto. Así que para que se van a esforzar el prepararlos, seguiremos un año mas sin ellos y don pedro tan campante.