Incluyendo el impacto por las plusvalías de la venta de Soto la Marina (5,1 millones de euros) y la actualización del valor razonable de GSP (41,2 millones de euros), el beneficio alcanza los 176 millones de euros, frente a la pérdida de 210 millones registrada en los seis primeros meses del pasado año, por la minusvalía contable tras la venta de Tallgrass Energy. «El beneficio después de impuestos avanza según lo previsto para alcanzar el objetivo recurrente anual de 265 millones de euros», ha destacado Enagás.
Por su parte, el beneficio de explotación (EBITDA), ha descendido un 14,3%, hasta 329,3 millones de euros, aunque Enagás ha indicado que «evoluciona según lo previsto para llegar al objetivo anual de 670 millones de euros».
Además, los ingresos totales han aumentado un 3,8%, hasta 459,6 millones de euros, mientras los gastos operativos se elevaron un 32%, hasta 210,3 millones, por los trabajos derivados del desmantelamiento de la plataforma Castor.
En otros parámetros destacados, los fondos procedentes de operaciones (FFO) bajaron un 39%, hasta 293,8 millones de euros. El FFO incluye 91,2 millones de euros de dividendos de filiales.
Y la deuda neta se redujo en 105 millones de euros, hasta 2.299 millones de euros. El coste financiero de la deuda bruta bajó al 2,2%, comparado con el coste de 2,8% al final del primer semestre de 2024 y del 2,6% al final del año 2024.»La venta de Tallgrass Energy en julio de 2024 y la cancelación de 700 millones de deuda en dólares explican la evolución positiva del coste financiero de la deuda bruta», ha precisado Enagás.
Por último, la compañía ha mantenido su objetivo de mantener la deuda neta en niveles de 2.400 millones de euros, y de seguir pagando un dividendo anual de 1 euro por acción.