Impulsado por este esfuerzo inversor, el beneficio neto del grupo se ha situado en los 4.803 millones de euros en 2023. Por su parte, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) del grupo ha ascendido a 14.417 millones de euros, un 9% superior al registrado en 2022. La compañía ha alcanzado los 150.000 millones de euros de activos y cuenta con una capitalización que ronda 70.000 millones de euros, lo que la sitúa como la primera utility de Europa y la segunda del mundo. El presidente de Iberdrola, Galán, ha asegurado: “En un año de incertidumbres macroeconómicas, una vez más hemos mantenido nuestra histórica trayectoria de cumplimiento de objetivos, gracias a un modelo de negocio integrado y a nuestra estrategia centrada en inversiones y crecimiento en mercados estables. Después de un año de inversiones récord, hemos afianzado nuestra solidez financiera y continuaremos invirtiendo significativamente en la transición energética en 2024. Los nuevos marcos de inversión en redes y nuestros proyectos eólicos marinos en construcción nos ayudarán a conseguir un crecimiento sólido y rentable para el año”.
Como consecuencia de la inversión, el grupo ha cerrado 2023 con una capacidad instalada renovable de 42.187 MW en todo el mundo y consolida su potencia instalada como una de la más limpias del mundo, ya que más del 80% es libre de emisiones. Iberdrola ha añadido 3.250 MW renovables a su cartera, que han supuesto una inversión de 5.000 millones de euros, el 60% en eólica marina e hidroeléctrica. Entre los proyectos renovables destaca la finalización de la instalación del parque eólico marino de Saint Brieuc (Francia) con 496 MW y el comienzo de la producción en Vineyard Wind, el primer parque eólico marino a gran escala de EE. UU. con 806 MW.
Por su parte, la base de activos de redes se ha incrementado en un 8%, alcanzando los 42.210 millones de euros. La empresa ya cuenta con 1,3 millones de kilómetros de líneas eléctricas y miles de subestaciones en todo el mundo y seguirá invirtiendo en regiones con nuevos marcos regulatorios como Estados Unidos, Reino Unido y Brasil. Además, el grupo ha conseguido liderar el mercado de PPAs en Europa, con casi 1.000 MW firmados en 2023 y mejorar la cuota de mercado en la Península Ibérica, con 8,3 millones de clientes y alrededor de 3 contratos por cliente.
En la actualidad, la compañía ha completado su plan rotación de activos y alianzas para 2025, lo que ha permitido reforzar el balance y maximizar el acceso a nuevas oportunidades de crecimiento. De hecho, ha recibido todas las aprobaciones para la venta del 55% del negocio de México, principalmente de centrales de gas, que le han permitido obtener alrededor de 6.000 millones de dólares -unos 5.600 millones de euros-. Se prevé el cobro el próximo 26 de febrero. De esta forma, Iberdrola mantiene el 45% del negocio y todo el potencial de crecimiento en renovables, con una cartera de más de 6.000 MW eólicos y solares.
Además, en los últimos meses la empresa ha firmado alianzas de coinversión con socios estratégicos como Norges Bank, Masdar y GIC, que han coinvertido 2.200 millones de euros.
Iberdrola ha aumentado su flujo de caja operativo un 8%, hasta los 11.096 millones de euros, y ha continuado reforzando su balance con más de 14.700 millones de euros de nueva financiación en condiciones competitivas de mercado. De esta cuantía, 13.300 millones cumplen con criterios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza).
Considerando el cierre de la operación de México, la deuda neta baja hasta situarse en una horquilla entre los 42.000 y los 42.500 millones de euros y el ratio de generación de caja sobre la deuda neta mejora hasta el 25,8%. La liquidez del grupo se ha situado en los 20.900 millones de euros, lo que le permitiría cubrir 27 meses de necesidades financieras sin recurrir al mercado y la vida media de su deuda roza los 6 años.
Para seguir liderando la transición energética, la compañía se ha comprometido a invertir 12.000 millones de euros en 2024, lo que le permitirá incrementar su capacidad instalada renovable terrestre en 2.000 MW, a la que se unirá la contribución de los nuevos proyectos eólicos marinos actualmente en construcción. Además, la empresa seguirá invirtiendo en redes, contando con nuevos marcos regulatorios en los Estados Unidos, el Reino Unido y Brasil, y tiene ya cerrada la venta del 100% de su energía para este ejercicio.
Con todo ello, prevé un crecimiento del beneficio neto del 5-7% -excluyendo plusvalías por rotación de activos- y se estima que el dividendo aumente en línea con los resultados. La empresa aportará más detalles de sus perspectivas para los próximos años el próximo 21 de marzo en Londres, donde celebrará su Capital Markets Day.