En una encuesta interactiva realizada en el marco del XXVI Congreso del IEF, el 55% de las empresas prevé que el año que viene habrá un crecimiento frágil de la actividad sin creación neta de empleo, mientras que otro 43% matiza que habrá “un moderado aumento de la actividad, con una limitada creación neta de empleo”. Solo un 2% de las encuestadas se alinea con las previsiones del Ejecutivo y apuesta “por un aumento rápido de la actividad económica con una intensa creación neta de empleo”.
Unas previsiones pesimistas en cuanto al escenario macroeconómico que contrastan con las buenas perspectivas que anticipan para sus empresas en 2024. El 50% de las empresas encuestadas prevé mejorar sus ventas, mientras que un 36% prevé mantenerlas en el mismo nivel que en 2023 y solo un 14% contempla una reducción. Una divergencia que también se produce en el caso de la creación de empleo, ya que el 37% prevé incrementar sus plantilla, el 53% mantenerlas y solo el 10% recortarlas.
La encuesta también incluía preguntas sobre las prioridades que debe adoptar el futuro Gobierno una vez que arranca la próxima legislatura. Y la primera prioridad, frente a la consolidación fiscal o las reformas estructurales, apuntaba a la estabilidad institucional, con un 51% de las respuestas, seguida por la adecuación del mercado laboral y educativa, con un 32%, y el ajuste del déficit y de la deuda pública, con un 31%.