Dato
El PIB de la eurozona creció un 0,1% intertrimestral en el 2T 2025 (0,6% en el 1T 2025), situándo su avance interanual en el 1,4% (1,5% en el 1T 2025).El desempeño de las principales economías fue mixto. Así, Alemania se contrajo un 0,1% intertrimestral (+0,4% en el 1T 2025) e Italia también un -0,1% (0,3% anterior), mientras que Francia aceleró su ritmo de crecimiento en el 0,3% (0,1% anterior), aunque se debió -de nuevo- a la acumulación de inventarios. Destaca el crecimiento de España, con un avance trimestral del 0,7% intertrimestral (0,6% en el 1T 2025), impulsado por la inversión y el consumo privado y, en menor medida, por las exportaciones (véase esta Nota).La contracción del PIB en Alemania e Italia responde, en parte, a una reversión de los efectos de anticipación de los aranceles del 1T. En el caso alemán, la caída de la inversión en maquinaria y en equipo de construcción no pudo ser compensada por la aceleración en el consumo (tanto público como privado). De manera similar, en Italia, el retroceso de la inversión y de las exportaciones lastraron el crecimiento.
Un escenario comercial menos favorable que hace un año
Finalmente, la UE ha cerrado un acuerdo comercial con EE.UU. en el que se implementa un arancel global del 15%. Hay impactos sectoriales significativos, positivos para la industria del automóvil y sus componentes, que rebajarían el arancel del 25% actual al 15%, y negativos para el sector farmacéutico, previamente exento de las medidas proteccionistas. El aracel del 50% sobre productos de acero y aluminio se mantendrá a la espera de un acuerdo sobre un sistema de cuotas. Y, de forma relevante, hay una serie de productos estratégicos, todavía por definir, que entrarán en un esquema de arancel mutuo del 0%, incluyendo el sector aeronáutico, medicamentos genéricos, productos agrícolas y materias primas críticas. A la espera de estos dos elementos, estimamos que el acuerdo alcanzado elevaría el arancel promedio efectivo para los productos europeos desde el 11% actual a cerca de un 15% en 2025, un aumento notable frente a al arancel medio efectivo en torno al 1,5% que se aplicaba antes del segundo mandato de Trump.
El estímulo fiscal que se desplegará en Europa podría mitigar parte del impacto de este escenario comercial más adverso. Alemania ha presentado un presupuesto muy expansivo para 2025 y 2026 (aumento del gasto del 6,0% y del 3,0%, respectivamente). Adicionalmente, contempla un aumento progresivo del gasto en defensa (desde el 2,1% del PIB actual, hasta el 2,4% en 2025, para alcanzar el 3,5% del PIB en 2029). Asimismo, destacan los objetivos planteados para la inversión en infraestructuras, mucho más ambiciosos en el corto plazo de lo que incorporábamos en nuestros escenarios.
Por otro lado, tenemos el plan RearmUE a desplegar en Europa en los próximos cuatro años, si bien la “potencia de fuego” será bastante inferior a los 800.000 millones previstos, debido a la decisión de España, Francia, e Italia de no activar la cláusula de escape que establecía que todo el aumento del gasto militar que superara el 1,5% del PIB, no computaría para la regla del déficit fiscal del 3,0% del PIB. El dato del PIB del 2T introduce cierte riesgos al alza para nuestra previsión de crecimiento de un 1,2% en 2025. Sin embargo, la incertidumbre que rodea a los escenarios sigue siendo elevada y responde, en buena parte, a que la región ahora deberá operar con unos aranceles mucho más elevados que hace apenas un año.
Y, aunque en una primera valoración del acuerdo comercial se puede decir que Europa ha limitado los daños de una potencial escalada comercial con EE. UU, nuestros escenarios ya contemplaban un aumento de los aranceles de 10 p. p., y se estimaba que, por cada 10 puntos de aumento en los aranceles, el crecimiento de la eurozona se recortaba en torno a 0,3 p. p. en los 12 meses siguientes. Además, la implementación de los estímulos fiscales en Alemania y en la UE está siendo muy lenta y no parece factible que tengan un impacto significativo sobre el crecimiento antes de la segunda mitad de 2026.