Como se recuerda, Naturgy anunció este proyecto en febrero de 2022, comunicando que la compañía se dividiría en dos, una con los activos regulados y otra con los liberalizados. Sin embargo, el plan se encontró rápidamente con la complicación del contexto, debido al estallido de la guerra de Ucrania, y con la oposición del Gobierno, que no estaba de acuerdo con que éste se llevara a cabo en ese escenario. En febrero de este año, Naturgy anunció oficialmente que posponía su proyecto de escisión de manera indefinida debido al complicado escenario y a las incertidumbres regulatorias. «El proyecto Géminis fue diseñado para simplificar y focalizar la gestión de cada uno de los grupos de negocios para acelerar el Plan Estratégico, impulsando el crecimiento y su contribución a la transición energética», explicaba Naturgy. «Sin embargo, a cierre del ejercicio, el proyecto Géminis ha sido pospuesto sin que se pueda proporcionar visibilidad en relación a su calendario», añadía.
«El análisis llevado a cabo hasta la fecha confirma la idoneidad y sentido estratégico del proyecto Géminis, pero su calendario de ejecución debe ser reajustado al actual entorno de mercado y su volatilidad, a la evolución del contexto energético europeo y a sus incertidumbres regulatorias, muchas de las cuales se encuentran todavía en vías de ser definidas».
En determinados ambientes se sugiere que el hecho de retomar la división es fundamental para recomponer el capital facilitando la salida de CVC y GIP. Con la escisión tienen más fácil vender sus participaciones y hacer dinero con la parte liberalizada –que incluye la comercializadora y las renovables, entre otras– que, con la regulada, con la red de suministro de gas. Esta última parece encaminada para Criteria e IFM, con una vocación de permanencia en la capital más amplia, una visión más industrial, con un carácter español para tranquilizar al Gobierno con los activos estratégicos y buena sintonía entre ambos inversores