Aunque considera que no hay que renunciar a la lucha contra el cambio climático, ha pedido nuevas estrategias y un papel industrial para Europa, cuyo liderazgo está en juego, pues los políticos europeos, “valedores de sus fundamentos”, están actuando desde un punto de vista social y no tanto económico, sin tener en cuenta que para los países en vías de desarrollo (que representan un 70% de la población mundial) la descarbonización no es lo más importante. Brufau hizo alusión al trilema “sostenibilidad, seguridad y coste razonable” de la energía, “si no, no habrá bienestar. Y aseguró que Repsol actuará “con realismo, sin escuchar cantos de sirena”.
En este punto, la regulación será protagonista, como ha demostrado Estados Unidos, que ha ofrecido “una ingente cantidad de dinero” a la inversión privada en cualquier tipo de tecnología susceptible de ayudar a la descarbonización. “Si subvencionamos la demanda y no la oferta empobrecemos la economía”, ha dicho Brufau tras criticar la prohibición del vehículo de combustión. “Hay que incentivar el vehículo eléctrico, pero no prohibir el de combustión”. Para Repsol, la exploración y producción de hidrocarburos (base principal de sus cuentas) “seguirá siendo vital para esta casa”, subrayó su presidente, quien destacó el papel de empresa multienergética
Tras loar la cohesión y solidaridad con las que han actuado los países de la UE frente a la invasión rusa de Ucrania, lo que ha permitido cumplir con las sanciones a Rusia, destacó el papel protagonista de España, tanto por haberse anticipado hace años a los riesgos de la dependencia de un solo productor y por los mecanismos que ha aplicado para frenar los precios de la electricidad, aunque criticó la presión a la que ha sido sometido el petróleo y el gas.
El presidente de Repsol ha pedido medidas de adaptación en tecnologías probadas y otras en prueba, y alertó sobre la dependencia “brutal” de China en el tratamiento de los minerales necesarios para la transición energética, como los vehículos eléctricos. El 80% de la capacidad de refino de estos está en China, para la que utiliza energía alta en emisiones de carbono. “Hay que revertir esta situación.
Espero que prime el sentido común y que se potencie lo que tenemos”. Y apostó por “la eficiencia y las tecnologías, aunque no sean maduras” y por “la electrificación de todo lo que sea electrificable”. Dado que la solar y eólica no responden a reglas del mercado y las baterías “no son escalables”, son necesarios los ciclos combinados, el hidrógeno verde o la captura del CO2.
“Haremos de Repsol una empresa cada vez mejor, adaptada a los requerimientos de la sociedad, más rentable, a la vanguardia en innovación y ambiciosa en sus objetivos”,
subraya. Pero avisa que “como sociedad, nuestro reto es transformar nuestra forma de crecer, nuestra economía y nuestra industria para alcanzar la neutralidad climática en 2050, pero sin perder el liderazgo tecnológico-industrial”. Y que “la descarbonización exige bases tecnológicas e industriales sólidas, exentas de ideologías y dogmatismos, y un marco regulatorio estable que incentive las inversiones para no perder competitividad”.
«Repsol está preparada para el futuro»
Por su parte, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, subraya que el grupo avanza en su ambición de liderar la transición energética y cumplir las metas de crecimiento, diversificación y foco en la multienergía, asegurando la rentabilidad y el máximo valor para el accionista, con una política financiera prudente y en un entorno volátil. “Repsol está preparada para el futuro, con un negocio industrial de prestigio mundial, pionero en la transformación de sus activos, comprometida con el desarrollo de un tejido industrial sostenible, con el impulso de la eficiencia energética, el mantenimiento y generación del empleo y la aportación de valor a la sociedad”, apunta.
Imaz destacó los 5.000 millones que va a invertir en la transformación de sus negocios, un 35% ligados a proyectos bajos en carbono. Y resalta que la retribución a los accionistas se encuentra “entre las más atractivas de la Bolsa española y del sector”, con un dividendo en efectivo de 0,63€ por acción y una reducción del capital social de 200 millones de acciones: “Seguiremos ofreciendo una retribución competitiva y atractiva, por encima de los compromisos establecidos en el Plan Estratégico, incrementando el valor para los accionistas”.
En 2023, el dividendo en efectivo aumentará un 11%, hasta 0,70€ por acción, con lo que se adelanta un año el objetivo previsto en la estrategia de la compañía a 2025. Adicionalmente, esa remuneración se complementará con programas de recompra de acciones, destinando al accionista un 30% de la caja operativa generada. El consejero delegado de Repsol ha señalado que la compañía tiene la “oportunidad y la responsabilidad” en un momento en el que el mundo necesita más energía y a un precio competitivo, de mantener “un compromiso claro, produciendo aquello que la sociedad requiere”. “Tenemos que descarbonizar. Tenemos un compromiso firme en esta línea. Pero no es ni puede ser el único objetivo. Debemos poner mucho foco también en la seguridad de suministro, en definitiva, energía para todos, así como energía asequible, a precios competitivos. Éste es nuestro compromiso”, subraya.
Entre otras propuestas, la Junta ha aprobado un dividendo complementario de 0,35€ brutos por acción −con cargo a los beneficios del ejercicio 2022− que se abonará el próximo 6 de julio, y que se sumará a la retribución pagada en enero de este año. Con ello, el dividendo en efectivo aumentará un 11%, hasta los 0,7€ brutos por acción, frente al ejercicio anterior. Los accionistas también han dado el visto bueno al reparto de otros 0,375€ brutos por acción con cargo a reservas libres, asimilable al
tradicional pago a cuenta del ejercicio 2023, cuya distribución está prevista a lo largo del mes de enero de 2024, en la fecha que concrete el Consejo de Administración.
La Junta General de Accionistas también ha aprobado una reducción del capital social, mediante amortización de 50 millones de acciones propias y la delegación en el Consejo de Administración o, por sustitución, en la Comisión Delegada o el Consejero Delegado, de la facultad de ejecutar reducciones de capital adicionales hasta un máximo de 132.739.605 acciones propias, equivalente al 10% del capital social, para tener una mayor flexibilidad a la hora de llevar a cabo amortizaciones.
La Junta General de Accionistas ha votado a favor de la reelección como consejeros de Antonio Brufau, Josu Jon Imaz, Aránzazu Estefanía, María Teresa García-Milá, Henri Philippe Reichstul y John Robinson West, y de la ratificación del nombramiento por cooptación y reelección como consejero de Manuel Manrique. Además, los accionistas han apoyado el nombramiento como consejera de María del Pino Velázquez.
– El Presidente de Repsol, Brufau, ha destacado en su
intervención en la Junta General de Accionistas la “enorme oportunidad” que representa la transición energética para la compañía, inmersa en una transformación basada en sus capacidades humanas, tecnológicas e industriales para asegurar un futuro más rentable y sostenible.
– Brufau ha defendido que la transición energética tiene
que asentarse en un tejido industrial y tecnológico sólido y con tar con la opinión del ciudadano para que sea justa, en términos económicos y sociales.
– Advierte de una mayor dependencia de China y Rusia, si Europa no cambia la forma de construir las cadenas de suministro.
– El Consejero Delegado, Imaz, ha subrayado que
Repsol está preparada para el futuro gracias a “un negocio in dustrial de prestigio mundial, pionero en la transformación de sus activos, comprometido con el desarrollo de un tejido indus trial sostenible, con el impulso de la eficiencia energética, la ge neración y mantenimiento del empleo de calidad y la aportación
de valor a la sociedad”.
– Imaz ha afirmado que la compañía destinará en 2023
un 30% de la caja operativa generada a remunerar al accionista, superando ampliamente los compromisos establecidos en el Plan Estratégico 2021-2025.
– La Junta General de Accionistas ha aprobado un dividendo de 0,35 euros brutos por acción con cargo a los beneficios de 2022 y el reparto, asimilable al tradicional pago a cuenta del ejercicio 2023, de otros 0,375 euros brutos por acción, pagaderos en enero de 2024.
– Los accionistas han aprobado la reelección como miembros del Consejo de Administración de Antonio Brufau, Josu Jon Imaz, Aránzazu Estefanía, María Teresa García-Milá, Henri Philippe Reichstul, John Robinson West y Manuel Manrique; y el nom bramiento como consejera externa independiente de María del Pino Velázquez.