Los criterios ESG, del inglés: ‘Environmental’ (Ambiental), ‘Social’ y ‘Governance’ (Gobernanza o Gobierno corporativo) son una serie de parámetros sostenibles que implican un impacto positivo en la sociedad, el medioambiente y el buen gobierno de las empresas, a la vez que suponen una palanca de crecimiento sostenible para el sector privado
Y es que el beneficio económico ya no es suficiente a la hora de invertir, por eso los ESG han adquirido una gran relevancia en los últimos años y los factores ambientales, sociales y de buen gobierno son los más valorados por los inversores cuando eligen sus carteras, más allá de los resultados financieros. Actualmente el 88% de las empresas que cotizan en bolsa cuentan con algún tipo de programa ESG. Un dato que pone de manifiesto los esfuerzos de las organizaciones por avanzar hacia un modelo de crecimiento más inclusivo y sostenible, que deje atrás la pobreza.
Garrido Gonzalo, directora de Cooperación para el desarrollo de la OCDE, señaló durante su intervención en el acto la necesidad de apoyar a los países en desarrollo para que aprovechen las herramientas relacionadas con los ESG: “A medida que afrontamos los desafíos del cambio climático y los ODS, necesitamos inversiones más sostenibles. Debemos apoyar a los países en desarrollo para que aprovechen instrumentos como los bonos verdes, sociales y sostenibles. La OCDE se compromete a ayudarles a utilizar los flujos oficiales para movilizar financiamiento privado, aprendizaje e intercambio y a garantizar que los instrumentos relacionados con estos indicadores, cumplan con estándares de calidad y logren un impacto en el desarrollo”.
Sobre el crecimiento empresarial sostenible, Campos, CFO de Ecoalf, explicó los retos a los que se enfrentaron durante la puesta en marcha de esta marca de moda: “Pensamos que lo más sostenible era no seguir utilizando los recursos naturales del planeta de manera indiscriminada para garantizar las necesidades de las futuras generaciones. Una apuesta que, a corto plazo, no era siempre la más rentable. Sin embargo, hemos comprobado que las decisiones que eran buenas para el medioambiente acabaron siendo buenas para nuestro negocio en el largo plazo. Por eso creemos que las compañías ESG deben ser entendidas y evaluadas con criterios ligeramente diferentes al resto”.
Por su parte, Flores, CEO de FMBBVA, explicó cómo aplica la fundación los criterios ESG: “Tenemos una estrategia de sostenibilidad medioambiental interna y externa. Creamos productos y servicios específicos para hacer a nuestros emprendedores más resilientes y para que sus negocios sean más respetuosos con el medioambiente. La dimensión social forma parte de nuestra razón de ser, por nuestro propósito de promover el desarrollo sostenible e inclusivo de personas con pocos recursos en Latinoamérica. Asimismo, contamos con un marco de gobernanza diseñado para velar por su cumplimiento, en línea con unos valores éticos y un código de conducta para nuestros más de 8.000 empleados que fomenta la diversidad, la igualdad y las mejores prácticas laborales”.
La adopción de los ESG en las microfinanzas está todavía en una etapa incipiente y tal y como aseguró el CEO de la FMBBVA, “queda mucho por hacer para asegurar que la sostenibilidad sea una parte integral de este sector en América Latina”.Con el objetivo de robustecer la medición de los criterios ESG y su beneficio en la sociedad, la FMBBVA, con la colaboración de BCG, ha elaborado el informe “La inclusión financiera a través del emprendimiento en Latinoamérica”.
Baeza, managing director senior partner de BCG Madrid, resaltó el enorme beneficio que aporta la inclusión financiera a la sociedad: “El acceso de los más vulnerables a los mercados financieros es una forma de crecimiento que beneficia a toda la sociedad. Disponer de un crédito para emprender permite que las ideas se pongan en marcha. De otra manera el emprendedor debe ahorrar hasta conseguir capacidad financiera para empezar. Y, en muchas ocasiones, esto no llega a ocurrir”.
ALGUNOS DATOS
• El 24% de los adultos en el mundo no están bancarizados.
• La tasa de emprendimiento en la mayoría de los países latinoamericanos es muy superior a la de países más ricos, como EE.UU. o España, pero son pocos los emprendedores latinoamericanos que logran madurar sus proyectos de emprendimiento.
• El 20% de los jóvenes en Latinoamérica están desempleados y 3 de cada 4 con trabajo lo han conseguido en el sector informal.
• Entre el 20 y el 30% de las mujeres de la región emprenden frente al 11% de las mujeres del resto del mundo.
• Las mujeres en Latinoamérica emprenden entre los 30 y 50 años.
• Existe una correlación entre mayor pobreza y menor nivel educativo.
• El 45% de los empleos actuales están en riesgo de automatización.
• De los 15 millones de personas que han dejado la región, cerca de la mitad han migrado en los últimos cinco años.
• Venezuela es el mayor emisor de personas migrantes y Colombia es el principal receptor, seguido de Perú y Chile.
El acto fue clausurado por Andrés Allamand, Secretario General Iberoamericano, que señaló que el informe es un ejemplo de historias de superación y éxito en Iberoamérica que demuestran que las poblaciones más vulneradas, -con el apoyo de instituciones-, pueden salir adelante y cumplir sus sueños a partir del emprendimiento. Un emprendimiento que cambia sus vidas y las de las sociedades en las que viven.