El Código de Buenas Prácticas para hipotecados en apuros ha pinchado en su primer mes de vigencia. El plan diseñado entre Gobierno y banca para ayudar a los clientes con dificultades para pagar su cuota debido a las subidas de los tipos de interés, apenas ha sumado más de 1.000 operaciones entre las cinco grandes entidades.
Se trata de una cifra muy baja y, de hecho, en algunos bancos las solicitudes se cuentan con los dedos de una mano. Todavía es pronto, pero el sector prevé que el número final de beneficiados por este plan de rescate se quedará muy lejos del millón de hogares potenciales que anunció el Gobierno al firmarse el acuerdo. Los bancos explican que se trata de un efecto normal. Por un lado, las cuotas hipotecarias todavía no han recogido el aumento total que van a experimentar. Existe un decalaje de varios meses desde que el Banco Central Europeo (BCE) ejecuta un alza de tipos de interés hasta que este se refleja en los precios del crédito. En ese sentido, en general, las subidas todavía no han sido lo suficientemente altas como para que los clientes se hayan encontrado con dificultades para pagar. Tampoco para que cumplan los requisitos necesarios que requiere acogerse al Código, entre ellos que la hipoteca represente más de un 30% de los ingresos.
Por otro lado, durante las negociaciones entre Ejecutivo y patronales bancarias, las entidades ya advirtieron que la cartera hipotecaria estaba bien cubierta y no se esperaban focos de peligro inmediato. La mayor parte de las hipotecas formalizadas en los últimos cinco años, que son las que más preocupan ya que la carga de intereses es mayor, se realizaron a tipo fijo y, por tanto, no experimentarán una modificación en la cuota. Y de las que están a tipo variable, gran parte se contrataron antes de 2012, por lo que los intereses están en gran medida amortizados. En las principales entidades, apenas el 10% de la cartera podría optar a entrar en el protocolo para hipotecados en apuros.
Los bancos esperan que a lo largo del año, con las nuevas actualizaciones de las hipotecas, el número de solicitudes aumente. El sector asume un alza de la morosidad para este ejercicio y mientras se mantenga la crisis de altos precios, la capacidad de pago de los hogares se verá presionada.