Aunque la mayor parte de las grandes infraestructuras están en manos del Gobierno central, las comunidades autónomas también tienen potestad para ejecutar sus propias obras, algunas de las cuales forman parte de la estrategia electoral de estos partidos para reeditar sus ejecutivos. Es el caso, por ejemplo, de Aragón, donde Teruel Existe, que se antojaba clave para garantizar la gobernabilidad del PP o PSOE en Aragón a cambio de importantes exigencias para conectar las zonas rurales más despobladas. También las autonomías tenían en sus manos la posibilidad de forzar el traspaso de Cercanías, servicio reconvertido en arma electoral durante la campaña.
Uno de los ejemplos mas claros de esta debacle económica para muchas CC AA es la Comunidad Valenciana, donde el hasta ahora presidente de la Generalitat, prometió construir nuevas líneas de ferrocarril al aeropuerto de Alicante-Elche, entre Orihuela y Torrevieja (Alicante) o entre Denia y Gandia (Valencia). Esos planes, también defendidos por su socio de coalición Compromís, quedarán en manos del nuevo gobierno ‘popular’ de Mazón, quien en la precampaña no se ha mostrado contrario a ejecutarlos, pero tendrá que pactarlos con Vox en su condición de socio.
En el aire también quedan los nuevos avances del plan ‘Transformem Rodalies’, desarrollado por el Ministerio de Transportes para actualizar las Cercanías catalanas y donde se dio un importante peso a las alcaldías del PSC o gobernadas por los socios de la coalición estatal, como ERC o En Comú Podem. Una vez superado el hito electoral y con casi 1.800 millones de euros comprometidos para soterramientos polémicos como los de Montcada o L’Hospitalet de Llobregat, la expansión del plan estará sujeto a las expectativas electorales de las elecciones generales, donde las alcaldías de los municipios afectados volverán a adquirir un importante peso.
Las dudas se extienden hasta Cantabria, donde el Ejecutivo de Sánchez se comprometió a ampliar el pedido de trenes de ancho métrico tras estallar la polémica de sus retrasos en la fase de diseño. El gobierno cántabro, hasta ahora en manos del PRC de Revilla con el apoyo de los socialistas podría implicar cambios en los planes del Ministerio de Transportes ante la previsible llegada del PP al ejecutivo cántabro.
Otra infraestructura que lleva toda la campaña acaparando el foco es el Metro de Sevilla. El hasta ahora alcalde Muñoz (PSOE) logró que el Gobierno Sánchez se comprometiera a financiar las obras de ampliación de la línea 2 del suburbano con una aportación de 600 millones de euros aprobada ya en Consejo de Ministros. Aunque nadie duda que la infraestructura se acabe ejecutando, el cambio de vara de mando en la capital andaluza, que pasa ahora a manos del PP, cambiará previsiblemente los planes de ejecución de esta infraestructura.
Ningún partido ha querido dejar de utilizar el Metro como baza electoralista y las hipotéticas ampliaciones hacia barrios de la periferia podrían facilitarse ahora que el consistorio es del mismo color que la Junta de Andalucía dirigida por Moreno Bonilla. El propio gobierno andaluz ya anunció la licitación de los estudios de ampliación de esta infraestructura para acelerar los tiempos de construcción.
Cercanías también se ha convertido en una de las batallas electorales por excelencia. Los gobiernos de Madrid y Cataluña, en manos de PP y ERC, han aprovechado la campaña electoral para criticar las distintas incidencias y reclamar más inversión al PSOE. Fuentes del Gobierno se defendían alegando que estos problemas están sucediendo en tramos que están siendo objeto de mejora. Pero eso no ha frenado la polémica.
Aspiraba a ser clave en la gobernabilidad de Aragón y se ha quedado en nada. Teruel Existe, el partido provincial que trató de dar el salto a las Cortes aragonesas y que aspiraba a ser clave para dar el gobierno al PP de Azcón o al PSOE de Lambán no podrá vender sus votos a cambio de nuevas infraestructuras para la provincia. La candidatura de Guitarte propuso desarrollar un ‘Arco Mediterráneo interior’ mediante el cual varias autovías servirían de nodo de conexión entre los corredores 2 y 3 o conectándoles con Cuenca, Tarragona o Zaragoza. Pero el resultado de las elecciones manda al limbo los planes del abanderado de la ‘España Vaciada’, ya que el PP podría gobernar la región únicamente con los votos de Vox.