Así lo ha avanzado este jueves el responsable de Análisis Económico, BBVA Research, Doménech, durante la presentación del último Observatorio trimestral del mercado laboral, elaborado por Fedea junto a BBVA Research y Sagardoy Abogados. «La economía española vuelve a crear empleo con fuerza, aunque las horas de trabajo no están siguiendo el mismo ritmo de crecimiento», se apunta en el informe. Según ha detallado Doménech, se está registrando una recuperación desigual de los indicadores de empleo, ya que mientras que las horas totales trabajadas están todavía a medio de recuperar el nivel que tenían en el cuarto trimestre del 2019 ,los afiliados a la Seguridad Social ya se encuentran un 5% por encima de ese nivel prepandemia.
En el primer trimestre del año, el número de puestos de trabajo creció más que el de ocupados y este, a su vez, más que el de horas trabajadas. Además, el estudio señala que la creación de empleo asalariado en el sector privado y el incremento del número de trabajadores por cuenta propia superaron la modesta contribución del sector público.
La causa principal que explica que las horas de trabajo efectivas hayan tenido un comportamiento diferente al de la ocupación en años recientes es el aumento de los ocupados que no trabajaron, según advierten los expertos. Antes de la pandemia, la evolución del número de horas de trabajo efectivas convergió con la del número de ocupados totales y efectivos (que trabajaron). «Desde entonces, el comportamiento del número de horas y de ocupados efectivos divergen del que tiene el número de ocupados totales», señalan.
En comparación con el período prepandemia, la ratio de empleo efectivo, esto es, el porcentaje de ocupados que han trabajado sobre el total de ocupados se ha reducido para todos los grupos de ocupaciones y de contratos.
Caída de la ratio de empleo efectivo
Según apuntan, la caída de la ratio de empleo efectivo se debe principalmente a la proporción de ocupados que no trabajaron por estar de vacaciones o de permiso, o por estar de baja por enfermedad, accidente o incapacidad. El crecimiento del porcentaje de ocupados que se encuentran de vacaciones se inició en el año 2016, se interrumpió durante la pandemia, y retomó su senda de crecimiento a partir del 2021. Por el contrario, el porcentaje de personas que no trabajaron por motivos relacionados con enfermedades, accidentes o incapacidad temporal alcanzó su máximo durante la pandemia, y se ha mantenido prácticamente constante desde entonces.
Ante la reciente entrada en vigor de la norma que permite que las mujeres con menstruación incapacitante tengan derecho a baja laboral temporal, la profesora titular de la Universitat Pompeu Fabra, Libertad González, considera que la incidencia efectiva en el empleo «va a ser pequeña», aunque puede repercutir en que se reduzcan ligeramente las horas efectivas de trabajo. «Yo creo que la incidencia efectiva va a ser baja porque las personas que realmente sufren problemas importantes que afectan a su productividad durante la menstruación ya utilizaban otro tipo de permisos para poder estar ausentes de su puesto de trabajo en los días en los que se encontraban incapacitadas», ha señalado González.
Impacto de la reforma laboral en el paro e inactividad
En el informe también se realiza un repaso del impacto de la reforma laboral aprobada el año pasado. Durante el primer año de vigencia de la reforma, no se observaron cambios notables en los flujos agregados de salida del empleo hacia situaciones de paro o inactividad. Según apuntan, uno de la de hechos más destacables del mercado de trabajo español es su elevada tasa de transición del empleo al no empleo, es decir, al paro o la inactividad. Uno de los efectos esperados de la última reforma laboral es una caída de esta tasa al haberse reducido sustancialmente la tasa de temporalidad.
Las tasas de transición desde el empleo asalariado hacia situaciones de no empleo para los trabajadores menores de 60 años prácticamente no se han alterado desde el inicio de la vigencia de la reforma laboral de 2021.
Tanto el promedio de los últimos cuatro trimestres de las tasas de transición del empleo asalariado al paro como las del empleo asalariado a la inactividad se han mantenido prácticamente inalteradas desde inicios de 2022. De hecho, se frena la tendencia a la reducción de las tasas de salida del empleo asalariado al paro iniciadas durante la última fase expansiva, interrumpida en 2020 y retomada en 2021. De acuerdo con el estudio, sí que se han producido aumentos de los flujos de salida del empleo asalariado al paro o inactividad por tipos de contrato, pero ha sido compensados por un efecto composición, se señala en el informe.
Atajar la brecha de desempleo frente a UE, reto del próximo Gobierno
Ante la reciente convocatoria de elecciones anticipadas el próximo mes de julio, el investigador de Fedea, Marcel Jansen, ha instado al próximo Gobierno a centrar sus esfuerzo en materia laboral en cerrar la brecha que aún existe entre España y el resto de la Unión Europea en cuanto a la tasa de paro. «Las reformas efectuadas hasta ahora pueden tener un impacto en la calidad de empleo también pueden tener impactos en la productividad pero nada de esto va a ser suficiente de cerrar la brecha con Europa», ha advertido Jansen.
Además, el experto ha instado al próximo Gobierno al impulso de políticas activas de empleo y a abordar una «modernización profunda» de servicios públicos de empleo en España.