En concreto, en términos de afiliación media, se alcanza la cifra total de 20.815.399 cotizantes. En términos interanuales, el crecimiento es del 2,9%, con 582.676 afiliados más que hace un año. Mientras, en el conjunto de los cinco primeros meses del año, se han creado 468.184 empleos, completándose el mejor periodo enero-mayo de la serie histórica. Respecto al nivel previo a la pandemia (febrero 2020), la afiliación ha crecido en casi 1,3 millones de personas en desestacionalizado. El crecimiento del empleo respecto al nivel previo a la pandemia es especialmente dinámico en sectores de alto valor añadido como Informática y Telecomunicaciones, cuyo número de afiliados ha crecido un 22,3% respecto a los que registraba antes de la pandemia, o Actividades Profesionales, Científicas y Técnicas, que presenta un crecimiento del 13%. Desde el fin de la pandemia, uno de cada cuatro nuevos afiliados (casi 270.000 en términos absolutos) se ha incorporado a estos sectores altamente productivos.
También se registra un comportamiento mejor que el de la media en el caso de los jóvenes, de forma que el empleo juvenil ha aumentado en un 10,1% desde 2019, 3,1 puntos porcentuales más por encima del conjunto de la economía. También hay mayor dinamismo en el caso del empleo femenino. En concreto, ha aumentado un 8,6%, tres puntos más de lo que lo ha hecho el de los hombres, de forma que el porcentaje de mujeres afiliadas ha alcanzado el 47,2% por primera vez.
Diecisiete meses después de la entrada en vigor de la reforma laboral, siguen siendo patentes sus efectos positivos en la estabilización del empleo y la mejora de su calidad. En mayo, el porcentaje de afiliados con contrato temporal se mantiene en el mínimo histórico del 14%, menos de la mitad del que se registraba antes de la reforma (30%).
En el caso de los menores de 30 años, la tasa de temporalidad se ha reducido en 32 puntos respecto al nivel que tenía antes de la reforma, pasando del 53% al 21%. En conjunto, ahora hay más de 3 millones de afiliados más con contrato indefinido que en diciembre de 2021, el último mes antes de la entrada en vigor de la reforma.
Otro indicador del incremento de la estabilidad es el aumento de la duración media de los contratos que han causado baja. Entre enero y mayo de este año, ha crecido en 67 días en comparación con las cifras del mismo periodo de 2019, último año homologable anterior al impacto de la pandemia.
De los 4,1 millones de afiliados que tenían un contrato temporal en el primer trimestre de 2022 y siguen en alta, el 54% son indefinidos, es decir, 2,3 millones. Si se pone el foco sobre el colectivo de jóvenes, este porcentaje es aún mayor: hay 1,1 menores de 30 años que tenían un contrato temporal en el primer trimestre de 2022 y ahora un 66,3% de ellos son indefinidos (746.763).
Por otra parte, el número de trabajadores en ERTE se mantiene en niveles mínimos, en el entorno de los 11.000 afiliados, y suponen el 0,1% del total de afiliados. El fuerte dinamismo del mercado laboral está contribuyendo a reforzar la sostenibilidad del sistema de pensiones: los ingresos por cotizaciones sociales han registrado hasta abril un crecimiento del 9,3%, el mayor incremento interanual en este periodo de los últimos 16 años.
Además, la ratio cotizante por pensionista se sitúa en 2,41, su nivel más alto en los últimos 10 años.