El repunte del índice de los últimos seis meses ha sido considerablemente impulsado por las empresas especializadas en el diseño de microprocesadores y chips gráficos.
En los últimos años, el mercado de los chips gráficos ha experimentado un gran auge. Su potencia de cálculo, inicialmente utilizada en videojuegos, se ha desviado parcialmente para ser utilizada en la minería de criptoactivos, cuyas valoraciones en picado desde finales de 2021 pueden estar influyendo el temor a una caída de la demanda. El lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022, cuya base de usuarios superó los 100 millones en un mes, lo cambió todo. La aceleración del desarrollo de la inteligencia artificial está cambiando las cartas de la economía mundial, y del sector tecnológico en particular: ChatGPT se desarrolló utilizando 10.000 chips gráficos de última generación diseñados por Nvidia. Esta semana, la empresa ha entrado brevemente en el exclusivo club de empresas con una capitalización bursátil superior al billón de dólares.
Las compañías no son las únicas que se benefician de esta tendencia. Los fabricantes de estos chips son, evidentemente, un eslabón esencial de la cadena de valor, al igual que los diseñadores industriales de las máquinas utilizadas para fabricarlos. Estas máquinas se benefician a su vez de importantes innovaciones para producir componentes cada vez más potentes. Todo ello, nos recuerda que la innovación, tanto en software como en hardware, sigue siendo el principal motor del crecimiento del sector tecnológico a largo plazo.