En el acumulado de los cinco primeros meses de 2023, España ha registrado una demanda de 100.038 GWh, un 4% menos que en el mismo periodo de 2022. Una vez tenidos en cuenta los efectos del calendario y las temperaturas, la demanda desciende un 3,6% respecto al mismo periodo de 2022.
Las renovables generaron en mayo un 4,8% más que en el mismo mes de 2022 y registraron 11.593 GWh, lo que supone una cuota del 54% del total de la producción, según los últimos datos disponibles. El 73,1% de la producción eléctrica del mes procedió de tecnologías que no emiten CO2 equivalente.
Por séptimo mes consecutivo, la eólica ha sido la fuente que más electricidad produjo, hasta los 5.441 GWh, un 25,4% del total. La aportación del viento se incrementó en mayo un 16,1% respecto al mismo mes del año anterior.
Fotovoltaica, segundo puesto
La solar fotovoltaica, por su parte, alcanza por primera vez el segundo puesto dentro de la estructura de generación nacional, al aportar 18,1% del total con una producción récord de 3.883 GWh, un 15,8% más que en mayo de 2022.
La hidráulica, cuya participación en mayo ha sido del 6,4% sobre el total, ha generado en el mes 1.383 GWh, un 28,1% menos respecto al mismo mes del 2022.
En lo que respecta al sistema eléctrico peninsular, la demanda de mayo fue un 4,8% inferior con respecto a mayo de 2022 teniendo en cuenta los efectos de la laboralidad y las temperaturas. En términos brutos, se registró una demanda de 17.838 GWh, un 6,6% menos que la del mismo mes de 2022.
En los cinco primeros meses del año, la demanda peninsular se situó en 94.2782 GWh, un 4,2% menos que la registrada en 2022. Una vez tenidos en cuenta los efectos de la laboralidad y las temperaturas, la demanda desciende un 3,8%.
El conjunto de las renovables peninsulares generaron el 55,9% del total peninsular y el 76% procedió de tecnologías que no emiten CO2 equivalente. En la Península también la eólica y la solar fotovoltaica lideraron la estructura de la generación, con una aportación del 26,1% y del 18,8% del total, respectivamente, registrando incrementos notables del 16,2% y del 16,1% respectivamente respecto a mayo de 2022.
En las Islas Baleares, la demanda de electricidad en mayo disminuyó un 1,4% una vez tenido en cuenta los efectos de la laboralidad y las temperaturas. En términos brutos, la demanda mensual se estima en 459.024 MWh, un 2,7% inferior a la registrada en mayo de 2022. En los cinco primeros meses de 2023, la demanda bruta balear se estima en 2.157.408 MWh, un 2,5% menos que en el mismo periodo de 2022. En cuanto a la generación, el ciclo combinado, con un 67,9% de la energía producida en Baleares, fue la primera fuente de las islas en mayo. Por su parte, la energía renovable y sin emisiones de CO2 equivalente generada en la Comunidad balear representa un 13,5% del total. Además, durante este mes, el enlace submarino entre la Península y Mallorca contribuyó a cubrir el 25,9% de la demanda eléctrica balear.
Por su parte, en el archipiélago canario, la demanda de energía eléctrica, una vez tenidos en cuenta la laboralidad y las temperaturas, se redujo un 0,7% respecto al mismo mes del año anterior. En términos brutos, la demanda se situó en 698.752 MWh, un 0,3% inferior. En los cinco primeros meses de 2023, la demanda canaria se estima en 3.456.894 MWh, un 0,2% más que en el mismo periodo de 2022.
En cuanto a la generación eléctrica en Canarias, también el ciclo combinado, con un 39,5% del total, fue la primera fuente en el mes de mayo, mientras que las renovables y tecnologías libres de emisiones representaron el 23,2% de la producción, siendo la aportación de la eólica de un 18,7%.