Según el último informe mensual de la Organización, se prevé que la mayor producción de América Latina, Otras Eurasias y China se vea más que compensada por la menor producción de Rusia, en un contexto de incertidumbre, sobre todo en relación con el desarrollo del petróleo de esquisto en EEUU. En base a esto, la OPEP ha justificado mantener su reciente política de recortes en la producción “hasta finales de 2024, al tiempo que vigilan de cerca el mercado para apoyar la estabilidad en los próximos meses”.
Por otro lado, la OPEP ha estimado que la demanda de petróleo aumente en 0,2 mb/d en la segunda mitad del año en los países miembros de la OCDE, impulsada principalmente por EEUU y Asia-Pacífico. Sin embargo, la Organización prevé que la demanda de los países miembros de la OCDE en Europa se muestre “débil”.
“En cuanto a los productos, se prevé que el queroseno de aviación y la gasolina sean los motores de la demanda en la región, mientras que el gasóleo se verá frenado por la debilidad de la actividad económica y los estrangulamientos geopolíticos de la cadena de suministro. También se prevé que la nafta se mantenga en zona de contracción debido a la debilidad de los márgenes petroquímicos”, añaden.
En los países no pertenecientes a la OCDE, se espera que la apertura de China y unos resultados mejores de lo previsto en otros países de la región impulsen la demanda de crudo en 2,2 mb/d. La OPEP estima que la mejora de la movilidad al volante y la recuperación del transporte aéreo, así como la mejora de la actividad del sector manufacturero, apoyen la demanda de queroseno para aviones a reacción, gasolina y destilados. En cuanto a los principales productos, se prevé que el combustible para reactores lidere el crecimiento de la demanda de petróleo en la región, seguido de la gasolina y el gasóleo.