De esta manera ganarían tiempo mientras siguen analizando los datos económicos relativos a crecimiento, empleo y sobre todo inflación. El dato de IPC publicado ayer en Estados Unidos sorprendió en cuanto a la cifra general bajando más de lo esperado hasta el 4,0%, desde el 4,9% que marcaba el mes anterior. Sin embargo, el IPC subyacente se queda en el 5,3% interanual, tan solo dos décimas por debajo de la cifra anterior. Por tanto, no descartamos que, tras una pausa, podamos ver subidas adicionales si los datos de inflación son persistentes. De hecho, acabamos de presenciar como el Banco de Canadá vuelve a subir tasas tras un parón de varios meses desde enero, debido precisamente a la inflación persistente y a la todavía, fuerte demanda.
En Europa, Lagarde insistió en su última comparecencia en que, aunque el BCE estaba ralentizando el ritmo de subidas, todavía no había llegado a su objetivo, por lo que es probable que veamos al menos dos subidas adicionales en junio y julio. En la próxima reunión del jueves 15, se espera una subida de 25 pb hasta el 3,50% para la facilidad de depósito. En Europa también conoceremos el dato de inflación el viernes, donde se espera una caída desde el 7% hasta el 6,1% para la inflación general, y del 5,6% al 5,3% para la subyacente.
En cuanto a mercados, la mayoría de los índices internacionales cerraron el mes de mayo con ligeras subidas, con la excepción del tecnológico Nasdaq, que se apuntó una subida de doble dígito, impulsado sobre todo por los resultados presentados por NVIDIA y por las enormes expectativas que está generando el sector de la Inteligencia Artificial. En el selectivo americano S&P 500, continúa concentrándose gran parte de la revalorización en las compañías de mayor tamaño del índice, representando las 10 mayores el 104% de la subida en mayo. El sector tecnológico por tanto es el gran motor de la renta variable, sin embargo, otros sectores más cíclicos se están viendo perjudicados por el evidente enfriamiento de las economías globales, algo que también descuenta la renta fija, que mantiene una importante inversión de la curva entre plazos cortos y largos.
Hablando de deterioro económico, los últimos datos conocidos en la zona euro muestran como el PIB de la zona euro se contrajo un -0,1% en el primer trimestre de 2023, por lo que después de la caída también del -0,1%, en el último trimestre de 2022, podemos decir que hemos entrado en recesión técnica. Fue importante el dato en Alemania, considerado el gran motor de la economía europea, con una contracción del -0,3%.
Adicionalmente, en China, tras los débiles datos macro de abril y mayo de producción industrial, ventas minoristas y PMI, crece la presión para que se implementen mayores estímulos económicos por parte del gobierno chino y para que el PBOC baje tipos, sobre todo dada la privilegiada situación que tienen en cuanto a inflación (prácticamente nula). De hecho, el pasado lunes bajaron el tipo repo a 7 días por primera vez en 10 meses hasta el 1,90%, desde el 2% anterior.