En un comunicado, ambas compañías han señalado que Vodafone tendrá el 51% del capital de la nueva compañía y Hutchison el 49%. Al mando estará Ahmed Essam, actual CEO de Vodafone UK.
Della Valle, consejera delegada de Vodafone, ha señalado que la fusión es positiva para los clientes, el país y la competencia. La directiva se quita presión de los inversores, al cerrar una transacción corporativa en Reino Unido, uno de sus grandes mercados. La Bolsa estaba reclamando a la compañía que impulsase operaciones de consolidación en mercados como Reino Unido, Italia o España, cuyos negocio se ha puesto en revisión. La ejecutiva, de esta manera, gana tiempo para la toma de nuevas decisiones.
Las acciones de Vodafone están subiendo cerca de un 4% tras anunciar el acuerdo. Desde principios de año, se dejan en torno a un 13% ante el empeoramiento de las cuentas de la operadora.
En el citado comunicado, y en búsqueda del apoyo político, ambas empresas señalan que la nueva teleco invertirá 11.000 millones de libras en Reino Unido durante los próximos diez años para crear una de las redes de 5G más avanzadas de Europa, en pleno apoyo a los objetivos del Gobierno británico. Según ambos socios, la fusión aportará en torno a 5.000 millones al año a la economía de Reino Unido, creando empleos y apoyando la transformación digital de las compañías del país. “Cada colegio y hospital tendrá cobertura 5G en 2030″, afirman.
Además, señalan que la fusión creará un tercer operador con escala, y mejorará la competencia con los dos operadores convergentes de Reino Unido (Virgin Media O2 y BT). De igual forma, aseguran que ofrecerán una nueva alternativa mayorista a los operadores móviles virtuales (OMV) con presencia en el mercado británico. En este sentido, será la tercera gran operación corporativa en el país en los últimos años, tras la compra de Everything Everywhere por parte de BT en 2016, y la fusión de Virgin Media y O2 en 2021.
En este sentido, señalan que está previsto el cierre de la transacción antes de finales de 2024, una vez obtenidas las aprobaciones pertinentes de los accionistas y de las autoridades regulatorias. La revisión de la transacción será prolongada, dado que la nueva compañía se convertirá en el mayor operador de telefonía móvil de Reino Unido, con cerca de 27 millones de clientes. Además, la fusión supondrá la reducción de cuatro a tres, del número de operadores móviles de red.
La operación no incluye ningún pago en efectivo, y la participación se ha establecido en función de los diferentes importes de la deuda. Además, Vodafone consolidará plenamente la nueva empresa. Vodafone y Hutchison opciones de compra y venta, respectivamente, que, de ser ejercidas, Vodafone comprará el 49% del capital su ahora socio.
La transacción generará 700 millones de libras en sinergias de costes y capex al año, a partir del quinto ejercicio tras el cierre de la operación, con un valor neto presente (NPV) de 7.000 millones.