Al mismo tiempo, es evidente que no quieren atarse las manos, dejándose a sí mismos una flexibilidad muy necesaria ante un entorno incierto”, explica el equipo de análisis de Ebury.
En este contexto, Ebury ve totalmente posible una subida de tipos en julio, “aunque insistimos en la importancia de los próximos datos a la hora de evaluar la probabilidad de que esto ocurra”. Y además, sus analistas se muestran convencidos de que la Fed no querrá arriesgarse a invertir el proceso de endurecimiento demasiado pronto. Por esta razón, confían en que, ”los recortes de tipos queden lejos en el futuro”.