El banco central que dirige Kazuo Ueda sigue prefiriendo respaldar el frágil crecimiento económico en medio de la elevada incertidumbre mundial, mostrándose ‘dovish’, mientras que sus contrapartes en EEUU y Europa, la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE), han mostrado una postura agresiva esta semana.
Es cierto que la Fed decidió hacer una pausa en las subidas, pero dejó claro que podría elevar los tipos hasta en dos ocasiones más en próximas reuniones. Por su parte, el BCE elevó los intereses en un 0,25%, como estaba previsto, y dejó claro que aún hay camino por recorrer y que habrá más subidas. La siguiente, el mes que viene.
Sin embargo, el BoJ sigue con su política ultralaxa. No solo ha mantenido los tipos de interés a corto plazo en el -0,1%, en línea con las expectativas de los economistas, sino que además tampoco ha introducido cambios en su política de control de la curva de rendimientos. Así, toda la atención se traslada a la próxima reunión del banco central, prevista para julio.
«Ante la gran incertidumbre que rodea a las economías y los mercados financieros nacionales e internacionales, el BoJ continuará pacientemente con la relajación monetaria, respondiendo al mismo tiempo con agilidad a la evolución de la actividad económica y los precios, así como a las condiciones financieras», ha dicho el banco central nipón en su comunicado de política monetaria.
También el Banco de Japón ha comentado que espera que la economía «se recupere moderadamente hacia mediados del año fiscal 2023» debido a la demanda acumulada. No obstante, ha advertido que los precios de las materias primas y la ralentización del crecimiento en el extranjero probablemente limitarán la mejora del Producto Interior Bruto (PIB).
Tras conocer la decisión del BoJ, en Japón las acciones han revertido las pérdidas que venían registrando y el Nikkei 225 ha cerrado con una subida del 0,66% hasta los 33.706,08 puntos, mientras que el Topix ha avanzado un 0,28% hasta 2.300,36 enteros. Ambos índices se encuentra en máximos de 33 años.
Por su parte, en Australia el S&P/ASX 200 ha subido un 1,06% para cerrar en 7.251,2 puntos, su mayor avance en un día en casi dos meses, mientras que el Kospi surcoreano ha ganado un 0,44% y el Kosdaq, un 1,16%.
El índice Hang Seng de Hong Kong ha subido un 0,69%, prolongando su recuperación tras ganar más de un 2% el jueves, después de que el índice de precios a la producción haya subido un 1% en el primer trimestre en comparación con el año anterior, lo que supone un brusco cambio de tendencia respecto a la caída del 0,4% registrada en el cuarto trimestre de 2022. Los valores de China continental también han avanzado. El Shanghai Composite ha ganado un 0,37% y el Shenzhen Component, un 0,55%.