Estas instituciones, que incluyen fondos de inversión, compañías de seguros, fondos de pensiones y otros intermediarios financieros que, a menudo, enfrentan una regulación y supervisión prudencial mucho más ligera que la de los bancos, juegan un papel cada vez más importante en el financiamiento de la economía real y en la gestión de los ahorros de los hogares y empresas de la zona del euro, según ha subrayado el italiano en un discurso pronunciado en Fráncfort.
De tal modo, el crecimiento de la banca en la sombra en la zona euro se aceleró tras la crisis financiera mundial, duplicándose desde 2008, al pasar de 15 billones de euros a 31 billones de euros, mientras que la cuota de crédito concedido por estas instituciones no bancarias a las empresas de la zona del euro pasó del 15% en 2008 al 26% a finales del año pasado.
En general, los activos del sector NBFI suponen ahora alrededor del 80% en relación con el tamaño del sector bancario, ha señalado Enria. En un discurso pronunciado en Fráncfort, el italiano ha advertido de que el entorno actual de rápida normalización de la política monetaria y mayor incertidumbre geopolítica hace que sea más probable que surjan y se materialicen tales riesgos, que potencialmente persisten bajo la superficie.
«Estas instituciones aportan un importante papel de intermediación y valor a los mercados financieros y la economía real», ha defendido el jefe de la supervisión del BCE, añadiendo que las NBFI pueden ser también «una fuente de inestabilidad financiera», ya que a menudo combinan desajustes de vencimientos, apalancamiento y riesgos de opcionalidad sin el mismo grado de regulación que enfrentan los bancos. Por esta razón, Enria ha recordado que los bancos centrales y supervisores han estado advirtiendo durante años sobre los riesgos sistémicos que se acumulan en el sector financiero no bancario, añadiendo que, como destacó el BCE en su reciente ‘Revisión de Estabilidad Financiera’, los vínculos con estas instituciones tienden a estar muy concentrados en un pequeño grupo de bancos de importancia sistémica, cuyos colchones de capital y liquidez considerables son esenciales para mitigar los riesgos indirectos.
«Las vulnerabilidades de NBFI parecen haber ido en aumento», ha reconocido el italiano, para quien, como supervisor, «esto lleva a la pregunta de cuán expuesto está el sistema bancario a los riesgos provenientes del sector de las NBFI» y cómo la interconexión entre los bancos y estas instituciones no bancarias podría actuar como canales de amplificación del riesgo sistémico.