Ambas autoridades monetarias consideran la inflación como un problema persistente y siguen el rebufo del Banco Central Europeo (BCE), que la semana pasada los elevó hasta el 4%.
El Comité de Política Monetaria y Estabilidad Financiera del Banco de Noruega decidió aumentar la tasa de política en 0,5 puntos porcentuales, situándola en el 3,75% y advierte que lo volverá a hacer en agosto. “Si no aumentamos la tasa de política, los precios y los salarios podrían seguir aumentando rápidamente y la inflación podría afianzarse. En ese caso, sería más costoso reducir nuevamente la inflación”, declara la gobernadora de Norges Bank, Ida Wolden Bache.
Según el Norges Bank, el efecto restrictivo de la alta inflación y las tasas de interés más altas sobre el consumo de los hogares es incierto. “Si la inflación disminuye más rápidamente o hay una desaceleración más pronunciada en la economía noruega, es posible que la tasa de política sea más baja de lo actualmente previsto”, añade al mismo tiempo que recuerda que el impacto de las anteriores subidas de tipos todavía no está completamente recogido en la economía.
Por su parte, el SNB suizo aumentó su tasa de política monetaria en 25 puntos básicos como se esperaba, pero al mismo tiempo que envió “una señal muy agresiva”, según los analistas. El banco central espera que la inflación persista durante algún tiempo y allana el camino para otro incremento de 25 puntos básicos en septiembre.
El Banco Nacional Suizo era uno de los más laxos en su política monetaria junto al Banco de Japón y el BCE, pero ya ha acometido un total de 250 puntos básicos de incremento en este ciclo de tipos, todavía menos que los 400 puntos básicos de su homólogo del euro o los 500 puntos básicos de la Fed estadounidense.
El aumento de la tasa de interés se produce en un contexto en el que la inflación se mantiene por encima del objetivo de inflación del SNB, que se encuentra entre el 0% y el 2%, aunque ha disminuido significativamente. Alcanzó el 2,2% en mayo, una disminución constante desde el 3,4% alcanzado en febrero de 2023. La inflación subyacente cayó por debajo del 2%, alcanzando el 1,9% en mayo.
La previsión del propio banco es que se enfríe hasta el 1,7% gracias a los precios más bajos de la energía en general y la apreciación del franco suizo. Sin embargo, en su informe de previsiones, el SNB ha revisado al alza sus pronósticos de inflación para los próximos años y ahora espera que la inflación se mantenga por encima del 2% hasta el final del horizonte de pronóstico en el primer trimestre de 2026.