Un día aparece un matrimonio de ingleses buscándola y le ofrecen una cantidad sustancial de dinero si va a Suffolk, al hotel del que son dueños donde ha desaparecido una de sus dos hijas. El problema es que en la habitación n. 12 del hotel apareció muerto un huésped el mismo día que se celebraba su boda. La policía logró resolver el caso de asesinato y acusó a uno de los empleados ya que se encontraron pruebas convincentes en contra suya y él mismo se declaró culpable.
En ese mismo hotel se hospedó Alan Conway y estando allí describió un caso similar a lo que había ocurrido ahora, escribiendo la novela “Atticus Pünd acepta el caso”. La hija desaparecida, que nunca creyó que el empleado fuera el asesino, leyó la novela y dijo que había encontrado la solución del caso y que se había condenado a un inocente. Poco después desapareció, dejando solos a su marido y a una hija pequeña.
Ryeland es contratada, por su conocimiento de Alan Conway y por su éxito en un caso anterior y se traslada al lugar comenzando la investigación. Después de situarse en el terreno y de ir conociendo a todos los personajes y no encontrar ningún elemento claro, decide leer la novela y aquí comienza la segunda parte, es decir la novela, donde posiblemente el lector puede que no encuentre nada, pero que es la clave para resolverlo todo.
Y llegamos a la tercera parte que es cuando se va a desvelar el misterio, que empalma con la primera después de la lectura de la novela de Conway.
No hay duda de que es algo original, bien escrito, con ritmo adecuado y que el lector se ve arrastrado a una lectura pacífica y a la vez inquietante. No quedará defraudado.
El crimen de la habitación 12
Anthony Horowitz
Penguin Ramdom House, (2023)