Según la última evaluación de la Inteligencia militar británica, las fuerzas ucranianas operan ahora mismo en tres ejes principales de combate en los frentes este y sur, donde han estado efectuando «importantes operaciones ofensivas». El Ministerio de Defensa juzga además que las fuerzas ucranianas han aprendido de las dos primeras semanas de contraataques para «refinar sus tácticas» de cara a nuevos asaltos contra «las defensas más profundas y experimentadas» de las fuerzas rusas.
Así, «las unidades ucranianas están realizando un progreso táctico gradual pero estable en áreas clave» de sus operaciones, según Reino Unido.
No obstante, Rusia no se ha quedado de brazos cruzados y la Inteligencia británica ha detectado un «esfuerzo considerable» por parte de Moscú en la región de Lugansk, en el este del país, para lanzar un ataque en el bosque de Serebryanka, cerca de Kremina.
Esta operación se ha saldado con «pequeños avances rusos» pero Ucrania parece haber impedido la ruptura de sus líneas. Con todo, el ataque ruso «probablemente refleja» que la estrategia rusa en relación a esta contraofensiva consiste en responder con nuevos ataques «siempre que es posible».