Y es que desde su misma convocatoria la estructura monclovita cargo sus baterías y todos los dias emite una ristra de insultos pio líricos del contrario que además repiten como papagayos unos y otros ministros y lideres de opinión de la izquierda progresistas de modo y manera que el publico que los escucha o ve tenga la sensación de que todo aquello que no responde a las consignadas y convicciones socialistas es poco menos que el mismísimo diablo antidemocrático y facha, cuando no antifeminista, ademas de ser un profundo negacionista.
Con estas acciones se trata, ni mas ni menos de ocultar y negar la derrota sufrida por las huestes gubernamentales el pasado mes de mayo, cuando fueron barridos de ayuntamientos y comunidades por la mala gestión y el abuso de poder ejercido desde Moncloa en un afán de trasformar el gobierno democrático en una especie de presidencialismo paternal en el que el líder lo es todos, hace y deshace a u capricho y albedrío y el pueblo fiel obedece y calla con sumisión y sin rechistar.
La fórmula puesta en marcha con la ayuda de la ¡izquierda mas recalcitrante y ultra ha dado el resultado normal en estos casos con claros abusos de poder, corruptelas de todo tipo, amiguismo espectacular y manejo de las instituciones en favor de los interese de unos pocos, pero que son los que permiten el sostenimiento del líder en el poder.
Así las cosas, al menor aviso de que el negocio se puede estropear entran en funcionamiento las criticas, las descalificaciones, en un intento de impedir el cambio de modelo en el ya no jueguen solamente ellos, sino que otros nuevos entren a gobernar.
En ese momento estamos y por ello la manipulación, la descalificación está llenando la campaña sin que se permita un examen claro y sereno de lo que se ha hecho en los últimos años que permita al ciudadano tomar una decisión justa y cabal sobre que Gobierno quiere para los próximos cuatro años.
Esa debería ser la misión de las campañas, pero por lo que se ha visto hasta hoy nada de eso va a ver la luz y va a permitir la toma de decisión de los ciudadanos basada en datos y claro esta simpatías o afinidades hacía unos u otros.