En este sentido, el economista español ha señalado que la decisión del Consejo de Gobierno del BCE en la reunión del próximo mes de septiembre estará marcada por la evolución de datos como la encuesta de préstamos bancarios, así como las nuevas proyecciones del banco central y la evolución de los datos de inflación e inflación subyacente. Asimismo, el exministro español de Economía ha apuntado que, si bien la eurozona quizá no se encuentre tanto en una situación de estanflación, las últimas proyecciones apuntan a que los riesgos para el crecimiento son muy altos y se inclinan a la baja.
«Creo que algunos de estos riesgos a la baja han comenzado a materializarse y se están volviendo mucho más visibles», ha advertido Guindos de cara a la revisión de proyecciones macroeconómicas del BCE en septiembre ante el empeoramiento de diferentes indicadores blandos, como el PMI, que sugieren que tal vez la desaceleración de la economía va a continuar en la segunda mitad del año.
La inflación de la zona del euro es tan persistente que podría ser necesario subir los tipos de interés más allá de julio, dijo el gobernador del Banco de Eslovenia, Bostjan Vasle, uniéndose así a un grupo cada vez más numeroso de dirigentes monetarios que abogan por una política aún más restrictiva.
Vasle se mostró partidario de un mayor endurecimiento y los datos que vayan llegando tendrán que convencerle de que no es necesaria una subida en septiembre y no al revés. «Dada la persistencia de la inflación, tenemos que seguir endureciendo la política monetaria en nuestra próxima reunión», dijo Vasle a Reuters al margen del Foro sobre Banca Central del BCE. «Más allá de eso, seguiremos dependiendo de los datos», dijo. «Pero la carga de la prueba será que indiquen que no es necesaria otra subida de tipos en lugar de que sí lo sea».
La presidenta del BCE, Lagarde, advirtió el martes de que la inflación podría ser más persistente de lo que se temía, un argumento que los observadores del BCE entienden como una señal de que podrían ser necesarias más subidas de tipos. Puede ser necesario. Vasle rechazó los argumentos de que las lecturas de crecimiento débil facilitan el trabajo del BCE y hacen parte de su trabajo, ya que los entornos recesivos tienden a ser naturalmente deflacionarios. Si bien es cierto que el sector manufacturero ha estado en recesión, las economías de la periferia del bloque registran buenos resultados y los servicios están en auge, incluso antes de lo que será una temporada turística de gran éxito.
«Todo ello sugiere que la evolución del crecimiento no difiere significativamente de nuestras previsiones más recientes», declaró Vasle.
Mientras tanto, los mercados laborales están en plena ebullición, la escasez de trabajadores se hace más evidente y el consumo resiste, todo lo cual se suma a las presiones sobre los precios. Esto también pone en duda el argumento de algunos responsables de política monetaria del BCE de que los márgenes de beneficio de las empresas bajarán este año, absorbiendo parte de los aumentos salariales y aliviando la presión sobre los precios.
«Las expectativas de que los márgenes de beneficios empresariales disminuyan y absorban parte del impacto de las subidas salariales entrañan riesgos significativos», afirmó Vasle.
«El mercado laboral es fuerte y el consumo resiste. Así que las empresas podrían seguir disfrutando de poder de fijación de precios, sobre todo porque la demanda es demasiado fuerte para presionar a la baja los márgenes».