La tasa encadena así ocho meses de descensos, desde el máximo del 10,6 % que marcó el octubre pasado, y se sitúa por debajo del 5,9 % que alcanzó al cierre de febrero de 2022 tras el comienzo de la invasión rusa de Ucrania. Sin embargo, la tasa de inflación subyacente, que excluye el efecto de energía, alimentos, alcohol y tabaco por ser los más volátiles y sirve como referencia para el Banco Central Europeo a la hora de fijar su política monetaria, subió una décima hasta el 5,4 %. La inflación ha bajado en 18 de los 20 países de la eurozona, con la excepción de Alemani y Croacia.
Según los datos de la oficina estadística comunitaria, España se situó en junio como el segundo país de la UE con la tasa armonizada más baja (1,6 %), al mismo nivel que Bélgica y solo por encima de Luxemburgo (1,0 %). Solo estos tres países se mantienen por debajo del objetivo comunitario del 2%.
Salvo en Alemania, donde la tasa subió cinco décimas hasta el 6,8 %, el aumento de precios se moderó en todas las grandes potencias económicas de la UE: en Francia cayó siete décimas, hasta el 5,3 %, en Italia se redujo 1,3 puntos porcentuales, hasta el 6,7 %; y en Países Bajos cedió cuatro décimas, al 6,3 %. Los niveles más altos de inflación se registraron en Eslovaquia (11,3 %), Estonia (9 %) y Croacia (8,3 %). De cualquier manera, los analistas de Bloomberg Economics destacan que el leve alza en Alemania se trata de una particularidad temporal. El gobierno tripartito había acordado en 2022 un bono de transporte por solo 9 euros mensuales durante el tercer trimestre del año pasado. Esto ha generado, según las estimaciones de esta firma, un alza de 0,4 puntos porcentuales en junio.
En el conjunto de la eurozona, el principal motor de la inflación en junio fue la subida del 11,7 % en el precio de alimentos, alcohol y tabaco, pese a suponer una ralentización con respecto al incremento del 12,5 % que registraron en mayo. Le siguieron los precios de los bienes energéticos no industriales, con una inflación del 5,5 %, tres décimas inferior al mes anterior, y los servicios, que subieron cuatro décimas con respecto a mayo, hasta el 5,4 %. Los precios energéticos, por su parte, cayeron un 5,6 % en junio, frente al aumento del 1,8 % que habían registrado en mayo. Esta caída va en sentido contrario al fuerte aumento de junio del año pasado, impulsado por caídas en los costes de calefacción y movilidad.
Mientras en EEUU la PCE cae al 3,8% y la subyacente baja al 4,6%
El deflactor de consumo privado PCE en Estados Unidos ha caído en mayo hasta el 3,8% en tasa interanual, tras cerrar abril en el 4,3%, según los datos publicados este viernes por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Comercio estadounidense. En cuanto a la inflación subyacente, ha bajado hasta el 4,6%, una décima inferior al registro del mes anterior.
El descenso en la inflación PCE, uno de los indicadores seguidos más de cerca por la Reserva Federal, ha sorprendido al mercado, que esperaba una subida en el índice general, hasta el 4,6%, y una tasa subyacente sin cambios en el 4,7%. En términos mensuales, el avance ha sido del 0,1% para el PCE general, que desacelera desde el 0,4% del mes anterior, y también para la tasa subyacente, que se ha situado en el 0,3% desde el 0,4% de abril . Por su parte, los precios de los alimentos han aumentado un 0,1%, mientras que los precios de la energía han disminuido un 3,9%.
Las cifras de mayo son el resultado de un aumento del 0,3% en los servicios que han sido parcialmente compensados por una disminución del 0,1% en el gasto en bienes. Dentro de los servicios, los principales contribuyentes al aumento fueron la atención de la salud (liderada por los servicios ambulatorios), los «otros» servicios (liderados por los viajes internacionales) y los servicios de transporte (liderados por el transporte aéreo).
Dentro de los bienes, el gasto en vehículos automotores y piezas (liderado por camiones ligeros nuevos) y gasolina y otros bienes energéticos fueron los mayores contribuyentes al descenso. Los ingresos personales aumentaron un 0,4% en mayo (91.200 millones de dólares) y los ingresos personales disponibles (DPI), registraron otro incremento del 0,4% (86.700 millones de dólares). Por su parte, los gastos de consumo personal (PCE) avanzaron un 0,1% (18.900 millones de dólares).
En base a la información difundida por organismo, «el aumento de los ingresos personales en mayo reflejó principalmente aumentos en la remuneración, los ingresos personales por transferencias corrientes y los ingresos personales sobre activos, que fueron compensados por una disminución en los sueldos y salarios privados».