Entre los diputados mencionados están la ex primera ministra británica Theresa May, el presidente de la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de los Comunes, Robert Goodwill, o el exministro de Educación Gavin Williamson, quienes tienen personalmente a través de personas muy cercanas, como sus parejas, acciones en bancos, constructoras, empresas de la industria militar, eléctricas o supermercados.
La normativa parlamentaria vigente desde 2015 obliga a los diputados a declarar las acciones que tengan en empresas en las que supongan más del 15 por ciento de la propiedad o cuando su valor supere las 70.000 libras (82.100 euros) en una empresa, un listón que está demasiado bajo para organizaciones de defensa de la transparencia. La cifra dista mucho del mínimo fijado en países como Estados Unidos, donde está en 1.000 dólares. Además, la normativa parlamentaria obliga a declarar acciones que puedan implicar razonablemente un conflicto de intereses, aunque queda a criterio del propio diputado. «Si un diputado tiene acciones en una empresa afectada por la legislación que se tramita en el Parlamento es inevitable una tensión entre la protección de sus asuntos personales y defender el bien público. Disponer de estos detalles abiertamente es clave para evitar un abuso de cargo público», ha argumentado el director de investigación de Transparencia Internacional Reino Unido, Steve Goodrich, que advierte de que este conflicto afecta a leyes fundamentales sobre vivienda, cambio climático o carestía de la vida.
Otros nombres que aparecen son los del diputado conservador Desmond Swayne; la portavoz laborista sobre Finanzas, Seema Malhotra, o el portavoz del Partido Nacional Escocés, Brendan O’Hara, cuyas acciones están por debajo del límite de las 70.000 libras.
La investigación revela que el actual primer ministro británico, Rishi Sunak, tenía acciones en la Red Eléctrica Nacional hasta dos días antes de ser elegido candidato del Partido Conservador por su circunscripción. Sunak ha explicado que es un fideicomiso el que controla sus inversiones desde julio de 2019.
Theresa May tenía acciones en la petrolera BP cuando ocupaba el cargo de ministra del Interior y su marido tenía acciones en BP, Barclays, BT y Centrica. Cuatro meses después de ser nombrada primera ministra estas aicciones estaban bajo control de un fideicomiso, pero antes, cuando aún era ministra del Interior, se reunió con representantes de BT cuando su marido aún tenía acciones no declaradas públicamente en la empresa. «Theresa May rechaza cualquier insinuación de que haya incumplido la normativa parlamentaria o el código ministerial por los intereses económicos de su marido en BT», ha aclarado un portavoz de May que ha recordado que durante su mandato se aprobaron leyes que no favorecían a BT.