Así, en cuanto pueden califican a Feijoo de mentiroso y ultraderechista. Son sus dos grandes argumentos para tratar de minimizar esa desastrosa imagen de un Sánchez nervioso y casi sin argumentos para discutir con el líder de la oposición. Lo curiosos del caso es que la hasta ahora serena y tranquila vicepresidenta económica se ha tomado en serio la campaña con el popular y sin pestañear, en cuanto puede le dedica una batería de insultos, descalificaciones y ataques tratando de descalificar su condición de líder de la oposición, llamado a sustituir si las urnas así lo dicen a si jefe Sánchez.
En este contexto, Calviño, ha calificado de «mentiroso» y «marrullero» a Feijoo por los argumentos en materia económica que utilizó durante el debate. En su opinión, eso demuestra una «ausencia total» de proyecto de política económica por parte del PP. Para la exfuncionaria Calviño, solo se trata de «marrullería, ruido y mentiras». Al hilo de esto, la ministra ha insistido en la importancia de no cambiar el rumbo de la actual política económica, ya que considera que el plan económico del PP «es una incógnita». De hecho, ha advertido de que, tal como está redactado el programa electoral de los ‘populares’, las propuestas de Feijóo supondrían un recorte de ingresos públicos de 20.000 millones de euros con carácter estructural y un aumento de un punto y medio del déficit.
Lo que ha venido a decir es que lo suyo es magnífico y lo que proponen los populares deja mucho que desear y pone en riesgo hasta los fondos europeos. En este debate es difícil saber donde esta lo correcto, pero la realidad de las familias, la de la economía de la cuenta de la vieja, que al final es la que cuenta, no esta funcionando y ese es el mejor argumento de Feijoo, frente a los manejos estadísticos de las grandes cifras a las que se ha acostumbrado la fiel vice.