La orden ministerial, que publica este lunes el BOE, también autoriza la transferencia de titularidad de la instalación de Nuclenor a Enresa, algo que sucederá en los próximos días para que puedan dar comienzo las obras sobre el terreno, señalan fuentes del Ministerio en un comunicado. Garoña es “un ejemplo de lo que no debiera volver a ocurrir”, ha afirmado Ribera, ministra para la Transición Ecológica, al término de un desayuno informativo, sobre el desmantelamiento de la citada central. “Hoy se da un paso adelante en ese proceso ordenado de cierre con total “responsabilidad, con garantías para la población y con alternativas económicas”, después de haber superado la evaluación ambiental del proceso de desmantelamiento seguro y sin riesgo para nadie, ha observado la ministra, informa EP.
Para Ribera, este desmantelamiento ofrece una “perspectiva de presente y de futuro” para una región que hace mucho tiempo que viene reivindicando un futuro para sus vecinos, y de esta manera, el Instituto para la Transición Justa (ITJ), colabora desde 2020 con los 27 municipios afectados por el cierre de la instalación y ya ha destinado 7,7 millones a financiar 12 proyectos municipales.
Garoña, situada en el Valle de Tobalina (Burgos), muy cercano a Álava, tenía una potencia instalada de 466 MW, se inauguró en 1971 y se desconectó de la red eléctrica en diciembre de 2012, cuando Nuclenor comunicó al Ministerio de Industria su decisión de no seguir explotándola. En julio de 2013 se declaró el cese definitivo de explotación, pero éste no se debía a razones de seguridad nuclear o protección radiológica, de modo que Nuclenor presentó una solicitud de renovación de la autorización en mayo de 2014; finalmente, en agosto de 2017, esta solicitud fue denegada por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.