«Ya hay más de 135 proyectos en trámite, desde hidrógeno limpio hasta materias primas críticas, desde la expansión de la red de datos de alto rendimiento hasta la producción de las vacunas de ARNm más avanzadas», ha enumerado Von der Leyen su discurso de apertura en el foro económico con el que ha arrancado la cumbre UE-CELAC que se celebra este lunes y martes en Bruselas.
Esta es la primera vez en ocho años que los socios internacionales se reúnen, un encuentro impulsado por la presidencia española del Consejo y que Von der Leyen ha aprovechado para anunciar este incrementos de las inversiones en las regiones del otro lado del Atlántico en el marco del ‘Global Gateway’, el programa de inversiones en el exterior de la UE.
En este sentido, ha abogado por aprovechar la cumbre para «dar forma a la agenda de inversión en beneficio de ambos continentes» a través de un «nuevo enfoque» para los grandes proyectos de infraestructura que tiene el ánimo de reforzar la creación de cadenas de valor locales.
La presidenta del Ejecutivo comunitario ha destacado que América Latina y el Caribe tienen el «potencial» de convertirse en una potencia mundial de energía renovable, además de apuntar que el siguiente «paso natural» es convertir esa energía en hidrógeno limpio, que tiene la ventaja de poder exportarse «fácilmente» a otros continentes al tiempo que puede impulsar nuevas industrias en el propio continente. Por otro lado, ha subrayado la necesidad europea de acceder a materias primas críticas de otros proveedores para reducir su dependencia de terceros como China y, para reforzar esa idea de ‘quid pro quo’ entre ambos socios, la alemana ha destacado que, «a diferencia de otros inversionistas extranjeros».
Así, ha indicado que a la UE no solo le interesa invertir en la extracción pura de materias primas, sino que buscan asociarse con América Latina y el Caribe para desarrollar la capacidad local de producción, a lo que la UE contribuirá con tecnología y trabajadores con formación de «alta calidad».
«Necesitamos que nos digan en qué sectores quieren centrarse y qué cuellos de botella debemos abordar juntos para que Europa pueda invertir justo donde más lo necesitan. Es un nuevo comienzo para viejos amigos para el que necesitamos unir fuerzas»,